Mientras los enfrentamientos en Libia continúen el precio de los futuros sobre el crudo será elevado, porque la especulación estará al acecho, de manera que el dinero se mostrará prudente, ya que el miedo a un repunte de la inflación y a la posterior subida de tipos de interíés estará flotando en el ambiente.
Paralelamente, los inversores tambiíén están pendientes de la reunión que este viernes celebrará el Consejo Europeo para llegar a un acuerdo sobre el Pacto de Competitividad, como primer paso para consensuar la ampliación y flexibilización del plan de rescate para los países perifíéricos, cuya discusión está prevista para los días 24 y 25 de marzo.
Los continuos vencimientos de Deuda Pública de estos países provocan que en casi todas las jornadas haya alguna colocación y que el mercado estíé pendiente del diferencial que se tiene que pagar y de la evolución del riesgo país.
Con este panorama de fondo, y al margen de que la tendencia de medio plazo de las bolsas sea alcista, en el corto plazo los índices ya hacen más que suficiente con no caerse.
Se están moviendo lateralmente y se observa que en cuanto un valor sube dos días se realiza, mientras que tras dos recortes significativos, se aprovecha la rebaja para entrar. Es decir: dos pasos adelante y dos atrás para no ir a ningún sitio, pero tampoco alejarse de la posición.
Las realizaciones que hoy hemos visto en OHL o Repsol son una clara muestra de la situación, si bien el claro protagonista de la sesión era Iberdrola Renovables. Sus títulos han avanzado un 10,96%, para situarse en los 3,036 euros, es decir por encima de los 2,978 euros establecido por la matriz para llevar cabo la operación de absorción.
Se está apostando porque Iberdrola va a aumentar el precio establecido inicialmente, pero, en el mejor de los casos, el repunte será pequeño. La indefinición tambiíén impera en Wall Street, por tanto lo más práctico puede ser no hacer nada.