Dos grandes fondos soberanos del norte, construidos a partir de la exportación de petróleo y recursos naturales, han dado su respaldo a España y sus emisiones de deuda pública en las últimas horas, generando nuevas dosis de confianza en los mercados y 'tumbando' la cotización de la prima de riesgo española, que mide el diferencia de rentabilidad de los bonos españoles frente a los alemanes, considerados como el instrumento de deuda europea más seguro.
La prima de riesgo, por primera vez desde principios de febrero, se deslizó ayer por debajo de los 190 puntos, pulsando la zona de mínimos anuales que reina en los 183 puntos desde el 2 de febrero. El diferencial de los bonos a 10 años bajó un 3% en la sesión y acumula una caída del 32% desde los máximos históricos registrados en noviembre. Dos buenas noticias empujaron a la baja la rentabilidad del bono español, que tuvo un mejor comportamiento durante la jornada que el bund alemán a 10 años. Y las dos procedentes del exterior y el voto favorable de dos grandes inversores institucionales con dinero para comprar deuda española.
Por un lado, y según el informe anual del fondo soberano de Noruega, el país nórdico incrementó sus posiciones en deuda pública española en un 166%, hasta los 3.200 millones de euros. Solamente en el último trimestre del año, el aliado europeo invirtió 400 millones de euros desde los 2.800 que llegó a acumular al cierre del tercer trimestre de 2010. El papel del fondo de Noruega fue clave en la crítica ronda de emisiones de deuda pública de España en julio, como informó este diario, ya que un sector de los analistas preveía que el Tesoro Público iba a tener graves dificultades para refinanciar. El NIMB, nombre del fondo, gestiona 380.000 millones de euros.
Tambiíén surgieron buenas noticias por parte de Rusia, cuyo fondo soberano posee una capacidad de casi 4 billones de rublos (más de 95.000 millones de euros). El Ministerio de Finanzas ruso autorizó al 'Fondo de Bienestar Nacional' a invertir en deuda española de corto plazo, con vencimientos de entre tres meses a un año, con lo que da marcha atrás en su decisión del 3 de noviembre de 2010, cuando excluyó a España de la lista de países cuya deuda puede ser adquirida por su fondo soberano.
La diplomacia económica española, liderada por el Rey, ha logrado atraer y captar compromisos de inversión en los últimos meses. Rusia fue destino reciente de un reducido grupo de empresarios españoles y del Jefe de Estado. Tambiíén lo han sido naciones árabes como Abu Dhabi o Qatar, que han mostrado su predisposición a comprar participaciones en las cajas de ahorro y que en el último año se han hecho con el 5% de Santander Brasil o, la semana pasada, de Iberdrola. Noruega es, sin embargo, el gran inversor institucional en nuestro país con más de 5.300 millones de euros invertidos en empresas privadas y deuda de administraciones públicas.