La recuperación, cada vez más lejos
Cinco exministros y más de treinta economistas y empresarios analizan en EXPANSIí“N las claves de la economía, pendientes de las reformas y de las elecciones. La mayoría opina que el mercado laboral no dará señales de vida en dos años.
La ansiada recuperación está siendo un angustioso campo de minas para España. Cada paso, movimiento o gesto debe estar calculado para no caer sobre un territorio cambiante, donde una mañana el enemigo es el mercado, al día siguiente la crisis griega y la lentitud europea para atajarla y al otro las propias limitaciones de la economía española.
Economistas, empresarios y expertos consultados por EXPANSIí“N coinciden en que el camino hasta final del año no va a ser fácil. Tíécnicamente, España salió de la recesión en 2010, pero con un crecimiento lánguido incapaz de crear empleo, confianza e inversión. Esto es, insuficiente como para activar el círculo virtuoso de una recuperación sólida.
El diagnóstico es claro: España no va a remontar en la segunda mitad del año porque varios elementos estrangulan su capacidad de crecimiento. El primero, el golpe que el paro ha asestado a la capacidad de compra de las familias y a las expectativas empresariales. El segundo, la precaria situación de las cuentas públicas y el consecuente programa de recortes que, aunque necesario, resta capacidad de gasto a la demanda nacional a corto plazo.
En tercer lugar, la imperiosa urgencia de reformas más profundas, señalan los expertos, en el mercado laboral o la dimensión del sector público. Por si fuera poco, España soporta un hándicap más: el críédito a empresas y familias no fluirá con normalidad mientras siga abierto el proceso de reestructuración de bancos y cajas. De momento, hay poca financiación y la que llega de los mercados es más cara.
Lo peor es que esa ausencia de reformas ha apeado a España de la recuperación europea, como sentenció ayer el FMI. El organismo eleva cuatro díécimas el PIB del euro este año, hasta el 2 %. Pero España queda fuera de esa mejora, manteniendo invariables sus cálculos: crecerá un 0,8% este año –Zapatero estima un 1,3%–y un 1,6% el próximo, frente al 2,3% del Ejecutivo. Con este exiguo avance, no logrará cumplir con los objetivos que exige Bruselas.
El FMI mejora seis díécimas la estimación de díéficit en 2012 porque España está siendo “muy firme en la consolidación fiscal–, pero aún así seguirá por encima del 5%, tras el 6,2% con que cerrará este año, informa Estela S. Mazo desde Nueva York.
Con estos elementos sobre la mesa, el cambio político que se avecina suma otro factor de preocupación. Muchos expertos se decantan por un anticipo electoral, porque un cambio de Gobierno, con una estrategia económica renovada, transmitiría una señal de cambio a los mercados que, según el FMI, presentan “tolerancia ceroâ€. No obstante, no ocultan su temor a que el clima preelectoral paralice las reformas durante unos meses clave para el futuro de España, a quien el Fondo urge a acelerar cualquier medida que devuelva la confianza.
Josep Piquíé: "No hay en el horizonte una recuperación creíble"
Presidente de Vueling y ex ministro
1. ¿Quíé evolución prevíé para los próximos meses? ¿Cuándo empezará la recuperación?
Todo apunta a que la demanda interna, y especialmente el consumo privado, se está desplomando, con sectores que lo están pasando realmente mal. En contra, las exportaciones siguen comportándose positivamente y las perspectivas turísticas no son malas y eso puede evitar un comportamiento especialmente negativo del mercado de trabajo. Y hay un tema que me parece especialmente preocupante: dada la situación financiera de las Administraciones (en particular, las autonómicas y locales), se están financiando a cargo de sus proveedores que, por otra parte, no pueden descontar los compromisos de las mismas, porque el sistema financiero no lo acepta.
Se unen dos crisis: la de las cuentas públicas y la del sistema financiero. Y el resultado es letal para muchos sectores. Estamos destruyendo valor y empresas viables a un ritmo incompatible con la recuperación de la capacidad de crecimiento de nuestro país. Mientras no se hagan las reformas estructurales que el país necesita, se recupere la confianza política, y seamos capaces de parar la destrucción de valor y activar nuestro capital humano –especialmente, los jóvenes–, no veo en el horizonte una recuperación creíble. El tirón exterior puede aliviar la situación, pero hace falta recuperar la demanda interna.
2. ¿Cuándo deberían celebrarse las elecciones generales?
Lo antes posible. La justificación de que debe mantenerse la Legislatura para hacer reformas profundas no se sostiene a la vista de la hipotíética reforma de la negociación colectiva.
3. ¿Cómo valora la reforma de la negociación colectiva?
Mal. Se ha perdido una oportunidad. Al final, ha salido una reforma tímida e híbrida, producto de los equilibrios internos del Gobierno y del PSOE, con una visión cortoplacista. Ojalá el Parlamento pueda mejorarla. Pero sería mejor que la hiciera un nuevo Gobierno salido de las urnas y con plena legitimidad, autoridad y fortaleza, cuanto antes. Las agonías suelen ser desesperantes.
Jordi Sevilla: "Sin pacto de PP y PSOE no saldremos de este lío"
Socio de PwC y exministro
1. ¿Quíé evolución prevíé para los próximos meses? ¿Cuándo empezará la recuperación?
En sentido tíécnico la recuperación ha empezado ya: el PIB está creciendo. No obstante, estamos en un crecimiento lánguido que oscilará tiempo en torno al 1%. Será insuficiente para crear empleo, que es el momento a partir del cual podemos dar por concluida la crisis. Me temo que eso no ocurrirá antes del segundo semestre del año que viene. Con este crecimiento tambiíén será difícil conseguir los objetivos de díéficit previstos, que necesitan más ingresos públicos y no sólo recortes de gasto, como estamos viendo en Grecia.
2. ¿Cuándo deberían celebrarse las elecciones generales?
Depende. Lo más importante no es cuándo ni quien está en el gobierno o en la oposición. En este momento lo importante es que ambos, sean quienes sean, se comprometan a pactar los diez o doce asuntos que necesitamos. Que pacten para desbloquear nuestras instituciones, para salir de la crisis económica y revitalizar nuestro país. Es mucho más importante esta idea, que sin ese pacto entre los dos grandes partidos no vamos a salir del lío en el que estamos, que pensar que unas elecciones y un eventual cambio de partidos lo va a arreglar todo mágicamente.
3. ¿Cómo valora la reforma de la negociación colectiva?
Como todas las reformas que se han hecho esta legislatura: van en la buena dirección y son insuficientes. í‰sta ha demostrado ser la clave del mercado laboral. Hemos estado demasiado obsesionados por cómo se entra y se sale del mercado laboral y no por cómo se está 30 años en el mercado laboral. Me da la impresión de que ha quedado demasiado pospuesta. Es decir, se posponen decisiones que debían de haberse tomado ahora a negociaciones posteriores. Aunque va en la buena dirección deja muchos asuntos abiertos. Por lo tanto sembrará de incertidumbre la realidad de la negociación colectivas. Y eso en un país como el nuestro en el que sigue siendo más fácil despedir a alguien que recortarle la jornada. Algo que es totalmente absurdo.
ada vez más lejos[/b][/size]
