Las bolsas mundiales están baratas, pero lo estarán más
Por Virginia Martínez
La percepción de que en los precios actuales se compra barato, tras las caídas de los últimos meses, debe tener en cuenta que las previsiones de ganancias tampoco paran de caer. El Ibex 35 y el tecnológico Nasdaq es donde menos se reducen las estimaciones de crecimiento.
Ningún mercado se libra de las incertidumbres en torno a la recuperación económica mundial, pero hay algunos inversores que contrarrestan el riesgo que supone invertir en estos momentos en renta variable con hacerlo en un momento donde las bolsas están mucho más baratas. Sin embargo, la caída del beneficio por acción prevista por los analistas en los principales mercados abre la posibilidad de que, si la bolsa tampoco sube o lo hace tímidamente, las oportunidades por precio puedan ser aún mayores.
El recorte de 4,5 puntos porcentuales que estiman los expertos en el crecimiento del beneficio por acción de la bolsa española -respecto a finales de 2009- puede convertirla en las próximas fechas en uno de los destinos predilectos por los inversores. Y es que si a finales de 2009, el crecimiento del BPA se situaba en el 13,5 por ciento, ahora las previsiones apuntan a que será de un 9 por ciento. Un descenso que puede traducirse en precios más bajos en una bolsa ya de por sí caracterizada por ser tradicionalmente la más barata del Viejo Continente. En estos momentos, el Ibex 35 cotiza a un PER -número de veces en que el beneficio está en el precio de la acción- de 8,3 veces. Sin embargo, los recortes en el crecimiento del beneficio por acción no es algo aislado de la bolsa española, sino que son más pronunciados en el resto de los indicadores europeos.
La tijera ha estado en algo más de año y medio especialmente afilada en el caso del francíés Cac 40, donde el crecimiento de BPA ha caído del 40,1 al 10,1 por ciento. Un descenso de 30 puntos que, por el momento, lleva al índice a cotizar a un PER de 8,2 veces. Niveles similares a los de la bolsa española.
El miedo a que la crisis de deuda soberana siga lastrando a las compañías y que las casas de análisis sigan revisando a la baja las previsiones de resultados hace que el crecimiento del beneficio por acción del Stoxx 600 haya pasado del 31,4 por ciento -previsión a finales de 2009- al actual 11,6 por ciento. Pero ni siquiera Londres, que se ha resentido menos al no formar parte de la Eurozona ha evitado los descensos. El crecimiento del beneficio por acción del Ftse 100 se ha recortado 13,5 puntos, desde el 28,7 al 15,1 por ciento.
EEUU, un comportamiento desigual
El miedo a la recesión y los malos datos macroeconómicos como el que se conoció ayer -EEUU anunció que no dio de alta ninguna nómina en el mes de agosto- siguen alimentando la necesidad de un QE3. Sin embargo, a pesar de que los indicadores estadounidenses son más caros por PER que los europeos, las previsiones apuntan a que serán -junto con el español- los únicos en los que aumente el crecimiento del beneficio por acción con respecto al cierre de 2010. No obstante, el balance de los últimos dos años tambiíén es negativo (el crecimiento del BPA del S&P 500 cede 22 puntos y el Nasdaq, 6,4 puntos), aunque el tecnológico es uno de los que más aguanta gracias a la internacionalización de las empresas que más pesan.
Ante esta situación y teniendo en cuenta que nos enfrentamos a un escenario bursátil muy volátil, Juan Josíé Fernández, consejero de Elcano Sicav, asegura que "puede tratarse de un momento de entrada atractivo para el inversor de renta variable con visión a medio-largo plazo que apueste por compañías de calidad con exposición cíclica limitada y que no se deje llevar por modas y emociones puntuales al cotizar el mercado americano a un PER de 12 veces, frente a una media desde 1954 de 16veces, y el EuroStoxx 50 a un PER de 9 veces".