Dancausa percibe "agitación y propaganda contra los banqueros" en España
Efe
La consejera delegada de Bankinter, María Dolores Dancausa, ha lamentado hoy que para responder a la crisis económica la costumbre de "buscar culpables fuera, que va mucho con la cultura española", se haya concretado finalmente en la "agitación y propaganda contra los banqueros".
La directiva considera injusto que "los que querían llevar a los herejes a la hoguera" responsabilicen a la banca y las agencias de calificación de estos problemas, ya que en España no se ha realizado un diagnóstico certero sobre la crisis.
Sobre la actuación de las agencias, ha afirmado que "es muy cómodo considerarlas amigas cuando califican bien y es injusto considerarlas mal cuando califican mal", porque al optar por esta vía se está "matando al mensajero".
En este contexto, la dirigente de Bankinter ha defendido la eficiencia de la banca española, aunque ha reconocido que el sector no ha hecho todo bien y se han cometido muchos errores, sobre todo las cajas y algunos bancos.
Pagar las deudas
Dancausa ha afirmado que en los últimos años la sociedad se olvidó de que las deudas se pagan y, en el caso de los políticos, recurrieron a la deuda pública para fines erróneos, como inversiones sin retorno o incluso gasto corriente. "Todos estábamos convencidos de que era una dinámica que no tenía fin, que nuestra casa siempre iba a valer más de lo que nos había costado, pero la íépoca de los caprichos sin fin se ha acabado", ha resumido Dancausa.
Confiada en que la fase de "aceptación de la realidad llegará pronto" y que se pasará despuíés a la de "ponerse manos a la obra", la banquera ha recomendado que la economía domíéstica sirva de modelo para la economía pública: "ajustar los ingresos y los gastos".
En el momento actual, ha defendido la reforma constitucional que fija un límite al díéficit público y la ha vinculado con la "cesión de soberanía" que en su opinión España va a tener que aceptar en materia fiscal y presupuestaria durante los próximos años.
Por último, ha considerado un "gran error" pensar en que al finalizar esta crisis los españoles se encontrarán la misma realidad que en 2007, porque en su opinión ha cambiado como consecuencia de las nuevas tecnologías y el desplazamiento del eje económico a favor de los actuales países emergentes.