Míéxico podría ajustar sus tasas de interíés en caso de profundizarse la desaceleración global o si las economías avanzadas relajan su política monetaria, dijo el miíércoles el jefe del banco central, Agustín Carstens.
Además, el gobernador del Banco de Míéxico (central) destacó la necesidad de hacer reformas estructurales para impulsar el crecimiento económico, y criticó el manejo que ha dado Europa a la crisis de deuda soberana.
"Si se agravase la desaceleración económica en el mundo o si se hiciesen aún más laxas las posturas monetarias en los países avanzados, estaríamos en condiciones de ajustar la postura monetaria sin poner en riesgo el objetivo de la estabilidad de precios", dijo Carstens en un discurso publicado en el sitio en internet del Banco de Míéxico.
Míéxico mantuvo su tasa de referencia el mes pasado en un 4.5 por ciento, pero abrió la puerta para un eventual recorte si la debilitada economía local pierde más impulso.
Carstens señaló que muy pocos bancos centrales en el mundo cuentan con el margen de maniobra que tiene el organismo a su cargo, y que la deuda pública del país es de poco más del 31 por ciento del producto interno bruto, muy por debajo de la de varios países desarrollados.
Tambiíén cuestionó la respuesta internacional ante la crisis financiera, argumentando que no logró garantizar la estabilidad económica.
Además, criticó las medidas de estímulo fiscal de Europa, explicando que sólo agravaron los problemas de deuda en la región.
"El activismo fiscal y monetario en Europa resultó tan nocivo como la enfermedad que intentaba remediar", dijo.