CAE CON FUERZA EL PRí‰STAMO DE ACCIONES
BVA fue el segundo valor del sector bancario cotizado en España que más redujo su príéstamo de acciones a lo largo de 2011. La caída de esta operativa -la antesala de las posiciones cortas o bajistas- fue del 47,74%, según los datos oficiales que recoge el boletín diario de la Bolsa de Madrid. Así, al cierre de 2010 eran 24,52 millones los títulos que estaban prestados frente a los 12,81 millones con los que despidió 2011, lo que representa el 2,60% de su capital social.
Sólo Banca Cívica presentó un descenso mayor en esta operativa -la antesala de las posiciones cortas o bajistas-, al acusar una espectacular caída de un 73,08%. Sin embargo, el banco formado por Caja Navarra, Cajasol, CajaCanarias y Caja de Burgos lo hizo gracias al green shoe, es decir, la opción de compra de las entidades que participaron en la colocación de su salida a bolsa el pasado 18 de julio, dado que primero se dotó el príéstamo y luego se canceló.
Se trata de un tema tíécnico que impone la propia Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y que acentuó la caída del príéstamo, tal y como sucedió tambiíén en el caso de Bankia aunque en este caso su recorte fue bastante más modesto (7,19%). De este modo, el banco que preside Rodrigo Rato tiene en príéstamo el 2,44% de su capital, mientras no tiene declarado posición bajista alguna ante la CNMV, que precisamente ayer por la tarde publicaba las posiciones correspondientes al cierre de 2011.
La drástica reducción del príéstamo de valores del BVA ha venido acompañada por un recorte de los 'cortos' del 18,62% a lo largo del pasado ejercicio hasta echar el cierre declarando el 1,53% de su capital. Banco Sabadell ha sido la única cotizada bancaria española que ha presentado una mayor caída (40,16%), que sale del 4,88% que tenía en la Nochevieja de 2010 y el 2,922% de la pasada.
Fuentes del mercado consultados por este digital achacan la reducción de la operativa bajista sobre el BVA en tres factores: el veto del organismo supervisor que se mantiene sine die; la mejora de la percepción sobre la banca española en las últimas semanas que ha ahuyentado a los grandes fondos -sobre todo hedge funds o fondos de alto riesgo-; así como en la confianza de que el Gobierno de Rajoy opte por una fusión de los pequeños/medianos bancos o por adjudicarlos a grandes grupos bancarios.
A mayor caída del príéstamo de acciones mayores perspectivas de un rebote en bolsa, puesto que significa que todos aquellos que se pusieron cortos o bajistas en su día deciden cerrar las operaciones a la vista de que consideran que no les queda más recorrido hacia abajo y, por tanto, deben comprar las acciones que vendieron para devolverlas impulsando así al alza la cotización en bolsa.
El descenso del príéstamo de acciones se hizo extensible al conjunto de la banca española cotizada durante el pasado año, con un recorte del 4,89%, al pasar de los cerca de 1.756 millones de títulos hasta algo menos de los 1.670 millones. Una bajada que situó en el 6,78% el capital social prestado de las doce cotizadas que dan vida al sector bancario presente en el Mercado Continuo.
HACIENDO CíBALAS SOBRE LAS Pí‰RDIDAS REALES
Por otro lado, a la espera de conocer los resultados del tercer trimestre del año -el FROB anunció que los publicará "no más tarde del 10 de febrero de 2012"-, el conjunto del mercado hace cábalas sobre las píérdidas reales que declarará finalmente el FROB del Banco de Valencia. Las últimas rondaban los 500 millones de euros frente a unos recursos propios de 1.238 millones de euros a 30 de junio de 2011, los últimos publicados por el banco de Pintor Sorolla antes de su intervención por el Banco de España.
De este modo, restando las píérdidas daría unos fondos propios en torno a los 750 millones de euros, que divididos por los 492 millones de acciones -en números redondos- que se compone el capital social del banco arroja un valor contable de 1,52 euros por acción frente a los 0,615 euros del cierre de ayer. Sin embargo, no hay que olvidar que la CAM pasó de ganar dinero a perder 1.900 millones de euros o, el caso más reciente, el de Unnim que ya va por los 250 millones de números rojos.