El escenario ideal para la banca del presidente Mariano Rajoy, y que quiere forzar con la rebaja del valor de los activos inmobiliarios, contempla que el Banco Popular se quede con Unnim, varias fusiones entre las cajas medianas, la adquisición de CatalunyaCaixa por BBVA y, lo más llamativo de todo, la fusión de La Caixa y BFA-Bankia, que daría lugar a la primera entidad del mercado español con mucha diferencia.
El objetivo de Rajoy y de su ministro de Economía, Luis de Guindos, es que el proceso sea muy rápido por las presiones de los mercados y que estíé concluido esta primavera, para lo cual está metiendo prisa a las entidades, según fuentes cercanas al Ejecutivo. Ahora bien, tendrá que ejecutarse con Miguel íngel Fernández Ordóñez al frente del Banco de España, ya que el Gobierno no va a forzar su salida antes de que acabe su mandato en julio.
La compra de CatalunyaBanc es absolutamente pioritaria para BBVA -siempre que las condiciones sean aceptables-, tal como informó el sábado El Confidencial, por su escasa presencia en Cataluña. Se trata de una operación que el mercado da por descontada, por lo que no está claro si habrá una subasta competitiva o se le adjudicará directamente para evitar dilaciones innecesarias. En cuanto a la puja en marcha por Unnim, las fuentes consultadas aseguran que el candidato gubernamental es el Popular, que con ella y pastor cumpliría su 'cuota' en la reestructuración, mientras que el otro gran candidato, Ibercaja, estaría destinado a participar en la reestructuración de las cajas medianas.
Aunque la reorganización de los bancos creados por las cajas tiene aún que concretarse, Ibercaja será sin duda uno de los jugadores fuertes junto al reciíén creado Kutxabank (fusión de las cajas vascas) y Unicaja, aunque todavía no ha terminado de digerir Caja España-Duero. Frente a ellos, tres jugadores díébiles: BMN, Banca Cívica (que han recibido ayudas públicas) y Caja3, con Liberbank -Cajastur, Cantabria y Extremadura- en tierra de nadie porque no ha sido rescatada pero tiene el fuerte lastre inmobiliario de CCM. Queda la gran incógnita de NovaGalicia que, salvo que Josíé María Castellano obre el milagro y alcance los famosos 1.000 millones anunciados, tendrá que ser vendida a un grande o a un extranjero (o troceada). Y el único grande que quedaría es Santander.
El gran bombazo: La Caixa compra Bankia
"Bankia está fuera de este esquema y tendrá una solución independiente", explica una de estas fuentes. Se refiere a la delicadísima situación en que queda el grupo que preside Rodrigo Rato despuíés de que Rajoy haya hecho oídos sordos a su petición de un 'banco malo' y haya optado por la solución de las macroprovisiones, que deja a Bankia a los pies de los caballos como explicaba S. McCoy en Cotizalia la semana pasada.
Dado que la fusión capitaneada por Caja Madrid y Bancaja no puede sobrevivir por sí sola a esta provisión -que en su caso alcanzaría un mínimo de 6.000 millones-, sólo queda la opción de que alguien absorba a la entidad. Algo en lo que La Caixa está trabajando a toda máquina, según confirman fuentes financieras catalanas. Por supuesto, se vendería como una fusión entre iguales y Rato, que se lleva bien con Isidre Fainíé, sería nombrado copresidente de la entidad resultante.
Este rescate depende totalmente de que el Gobierno consiga autorización de Bruselas para utilizar el fondo europeo (EFSF) para sanear a la banca española. Sería la única forma de poder dar el esquema de protección de activos (EPA, garantía contra píérdidas futuras) que necesitaría la caja catalana para absorber a Bankia. De lo contrario, la operación sería inviable por el coste que tendría para el erario público; Bankia tiene un activo superior a 300.000 millones, con unos adjudicados de 5.000 millones y un críédito constructor y promotor de 35.000 . Y el Fondo de Garantía de Depósitos no podría asumir algo así despuíés de quedar prácticamente vacío con la subasta de la CAM. Y ningún otro de los grandes se quedaría Bankia sin EPA.
¿Mano dura de MAFO?
Que todo este planteamiento se cumple depende, evidentemente, de multitud de factores, algunos en la mano del Gobierno y otros no. En el primer caso se encuentran los personalísimos de los presidentes de muchas entidades abocadas a ser absorbidas o fusionadas, a los que les va a costar mucho renunciar a su sillón. Y ahí hace falta una mano dura por parte del Banco de España que ha brillado por su ausencia en los tres primeros años de la crisis financiera. De ahí que la actitud de MAFO sea clave para el íéxito de la operación.
Esta actitud es aún una incógnita, pero lo que está claro, según las fuentes consultadas, es que el actual gobernador no se va a ir antes de que concluya su mandato -como adelantó este diario- ni el Ejecutivo va a forzar su salida. "Que un gobernador salga antes de tiempo le estigmatiza con el fracaso, pero tampoco es bueno para el país por la mala imagen que se da hacia el exterior", explica una de estas fuentes. Añade que "lo normal en esta tesitura es que MAFO coopere para ejecutar el plan, como ha hecho con los sucesivos planes que le impuso el Gobierno socialista".
En cuanto a los elementos que no controla el Gobierno, van desde la crisis de la deuda europea o la evolución de los mercados hasta el deterioro de los márgenes del sector por culpa de la recaída en la recesión y el incesante aumento del paro. Pasando por el afloramiento de píérdidas ocultas en alguna entidad, como ocurrió en los casos de CCM, CajaSur, la CAM o Banco de Valencia.