A poco más de tres semanas para que el Gobierno presente los Presupuestos de este año, el ministro de Economía, Luis de Guindos, avanzó ayer que solo en inversión pública el recorte será del 40%. La peor de las noticias posibles para el denostado sector de la construcción.
El ministro adelantó el dato durante la sesión de control al Gobierno celebrada ayer en el Congreso y culpó de este drástico ajuste "a la falta de responsabilidad" de sus antecesores socialistas. De Guindos respondió de ese modo a la secretaria de Economía y Empleo del PSOE, Inmaculada Rodríguez-Piñero, quien reprochó al Ejecutivo que se está equivocando en su política económica en el "quíé, cómo y cuándo".
Ante el revuelo que causaron las palabras del ministro, fuentes del Gobierno explicaron que la base de la que parte para efectuar sus estimaciones es la cifra correspondiente a la formación bruta de capital fijo del conjunto de las Administraciones públicas. Esa cantidad, teniendo en cuenta los datos de contabilidad nacional, fue de 40.091 millones en 2010. Los datos definitivos de 2011 aún no están cerrados, pero esas mismas fuentes subrayaron que se produjo una caída significativa de la inversión el año pasado. En el supuesto de que alcanzara el 50%, estaríamos hablando de unos 20.000 millones, con lo cual ese ajuste del 40% anunciado por el ministro rondaría los 8.000 millones para el conjunto de las Administraciones públicas.
Margen de Fomento
Entre tanto, el departamento que dirige Ana Pastor eludió ayer comentar la cifra avanzada por Luis de Guindos y tan solo se limitó a añadir que están trabajando en la elaboración de los presupuestos para este año "y el compromiso adquirido es intentar arañar el máximo de inversión posible" dado el delicado momento por el que atraviesa la economía y el sector de la construcción.
Además de la más que probable reducción de la inversión, el margen con que cuenta Fomento es muy escaso, ya que Ana Pastor anunció recientemente en el Congreso de los Diputados que las cuentas de 2012 de su departamento parten con gastos comprometidos por valor de más de 6.100 millones de euros que deberán pagarse y para los que a priori no existía disponibilidad de recursos con la prórroga del presupuesto decretada en diciembre pasado. Fomento ya fue además el departamento ministerial más castigado en el acuerdo de no disponibilidad de gasto impuesto desde Hacienda el pasado 30 de diciembre. El sector constructor no tardó en reaccionar y volvió a recordar que sin obra pública la economía española no será capaz de volver a generar empleo a corto plazo, tal y como demandan las abultadas cifras de desempleo.
Además del ajuste en inversión que auguró el ministro en todo el sector público, el Ejecutivo insistió ayer en que existen "excesivas duplicidades" en las Administraciones y "sobran" organismos autónomos, así como entes y empresas públicas, por lo que acometerá su reestructuración.
Mínimo histórico en la venta de viviendas
A la espera de conocer con los datos estadísticos de los próximos meses si la reforma financiera aprobada por el Gobierno y las campañas de promoción de los bancos logran animar la venta de casas, los números del cierre de 2011 publicados ayer por Fomento no pueden ser peores.
El año pasado se vendieron 347.305 casas, lo que representa un 29,3% menos que un año antes y es un espectacular 63,6% inferior que en 2006, año en el que se alcanzó el máximo de la serie, con casi un millón de casas vendidas. Es decir, que por cada vivienda que se vende ahora, antes se vendían tres. Esto explicaría la crisis tan exuberante que registra el sector. La demanda está "asfixiada" por la falta de críédito y la actividad inmobiliaria "sigue sin dar signos de mejora" a la vista de estos datos, interpretó ayer Fotocasa.es.
"El sector se ve cada vez más asfixiado por el entorno y estamos ante una situación paradójica, ya que en el mercado existe un comprador latente pese a la situación macroeconómica actual", apunta el portal.
Para Fotocasa.es, sigue vivo el "clichíé peninsular" de que "España es un país de compradores". "Esa demanda está latente y cautiva del entorno y muy en concreto del sector bancario, desbordado por los activos inmobiliarios que inundan sus balances", sentenció. Para este año todas las previsiones apuntan a que este año no se venderán menos viviendas que en 2011, aunque todo está a expensas de la evolución del mercado laboral.
