La agencia de calificación Moody's rebajó hoy la nota de la deuda de Francia desde la matrícula de honor o Aaa hasta el sobresaliente alto o Aa1, con perspectiva negativa, lo que atribuyó entre otras cuestiones a los desafíos estructurales que afronta su economía.
"El principal motivo detrás de esta rebaja de un escalón a Francia es el riesgo que sufre su crecimiento económico, y por lo tanto sus finanzas públicas, debido a los persistentes desafíos estructurales que afronta el país", dijo en un comunicado la agencia de medición de riesgo.
Entre esos desafíos, Moody's habla sobre "la rigidez en el mercado laboral y de los servicios y los bajos niveles de innovación, que siguen llevando a Francia a una gradual pero sostenida píérdida de competitividad y la gradual erosión de su base industrial, orientada a las exportaciones".
Alude tambiíén al aumento del tipo de cambio real en Francia durante los últimos años, que a su juicio ha "contribuido en la erosión de su competitividad, en particular en relación a Alemania, Gran Bretaña y EE UU", un desafío que, a juicio de Moody's, es "más difícil" resolver debido a su pertenencia al euro.
Además, según la calificadora estadounidense, "el mercado laboral de Francia está caracterizado por un elevado nivel de segmentación como resultado de la legislación laboral que protege los contratos permanentes", unas leyes que, a su parecer, hacen en ocasiones "los despidos particularmente difíciles".
Moody's dice "reconocer" las recientes medidas anunciadas por el Gobierno del presidente francíés, Franí§ois Hollande, para solucionar algunos de estos problemas estructurales, aunque no cree en que tengan el suficiente alcance para mejorar su competitividad y desconfía de que efectivamente vayan a ponerse en marcha.
Otro de los factores que ha motivado esta degradación es la "elevada incertidumbre respecto a las perspectivas fiscales" del país europeo, puesto que las previsiones del Gobierno de que la economía crecerá el 0,8 % en 2013 y el 2 % en 2014 son "demasiado optimistas".
"Además del creciente desempleo, los niveles de consumo de Francia se están viendo presionados por la subida de impuestos, un tenue crecimiento de los ingresos y una corrección en el mercado inmobiliario", alerta la agencia de calificación.
El último de los argumentos que se esconden detrás de esta rebaja es la "cada vez menor capacidad de predecir que el país resistirá a futuros impactos de la zona euro".
En este sentido, la calificadora tilda de "desproporcionada" la exposición de Francia a los problemas de países de la periferia europea, como Italia, debido a sus conexiones comerciales y de sus sistemas bancarios.
"Moody's ve que los bancos franceses cuentan con una gran exposición a países del euro más díébiles. Como resultado, pese a su buena capacidad de absorción de píérdidas, la banca de Francia sigue siendo vulnerable a una mayor profundización de la crisis", alerta.
Francia ya había perdido este año la máxima calificación de su deuda por parte de Standard & Poor's, que la degradó tambiíén en un escalón, mientras que la tercera de las grandes agencias de medición de riesgo, Fitch, todavía le otorga la matrícula de honor, aunque con perspectiva negativa.