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Autor Tema: Alaya: Guerrero no era el íºnico y sus sucesores en la Junta ‘copiaron’ el fraude  (Leído 131 veces)

Eguzki

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No era el único. Juan Márquez y Daniel Rivera, sucesores de Francisco Javier Guerrero al frente de la Consejerí­a de Empleo de la Junta de Andalucí­a, copiaron el sistema de ayudas fraudulentas con los ERE. Lo certifica un nuevo auto de la juez Mercedes Alaya, titular del Juzgado de Instrucción número 6 de Sevilla. De esta manera se desmonta la teorí­a de Griñán de situar en Guerrero (el hombre al que los sindicatos le organizaron una fiesta de despedida cuando abandonó la Junta como publicó ayer este diario), la responsabilidad del fraude.

La magistrada impuso a Daniel Rivera, exdirector general de Trabajo y Seguridad Social del Gobierno andaluz, una fianza de responsabilidad civil de 7,2 millones de euros. Según Alaya, esta es la cantidad que el ex alto cargo de la Junta de Andalucí­a podrí­a haber repartido en concepto de fondos públicos “con ausencia absoluta del procedimiento legalmente aplicable".

La juez le imputó cuatro presuntos delitos continuados de prevaricación, malversación, infidelidad en la custodia de documentos y omisión del deber de perseguir delitos. Rivera quedó en libertad porque ninguna parte solicitó su ingreso en prisión, pero en su declaración de julio de 2012 admitió que el procedimiento de concesión de ayudas públicas “debí­a ajustarse a la normativa sobre subvenciones”.

Hay más. Alaya deja claro en el auto, al que ha accedido Europa Press, que Rivera, además de la fiscalización prevista de las ayudas concedidas por la Junta, “tuvo conocimiento a los dos meses de iniciar el desempeño de su cargo” de que habí­a pólizas de rentas “por más de 70 millones de euros sin convenio o resolución de concesión de la subvención, y no ordenó nada al respecto”.

Griñán defendió la inocencia de Rivera y lo mantuvo en el cargo (estaba a las órdenes del consejero de Empleo, Manuel Recio) hasta julio de 2012, a pesar de que un auto de enero de ese mismo año de 42 páginas emitido por Alaya implicaba a Rivera por ordenar el 1 de septiembre de 2010 pagos a favor de extrabajadores del laboratorio fotográfico Surcolor, aunque dos de ellos no pertenecí­an a la empresa. “Los trabajadores fueron 24 y no 26, por lo que pudieron deducir fácilmente que los otros dos no debí­an pertenecer a Surcolor”, detalló Alaya, como publicó El Confidencial.

Según el escrito de la juez que acorrala a la Junta de Andalucí­a con su instrucción, existí­a una “total ausencia de procedimiento, pues no existe siquiera la menor solicitud o protocolo de colaboración”. Sólo existe solicitud para la ayuda de 175.998 euros para el abono de la primera, que correspondí­a a la empresa resuelta por Daniel Rivera. “Curiosamente en dicha resolución alega como normativa aplicable la Ley de Subvenciones, cuando en virtud de la misma íél no serí­a competente, por razón de su cargo, para su concesión”, expresaba el auto.

Griñán ‘deja tirada’ a su consejera

No es el único contratiempo al que se enfrenta Griñán. La consejera de Hacienda y Administración Pública de la Junta de Andalucí­a, Carmen Martí­nez Aguayo, que fue viceconsejera del actual presidente del Gobierno andaluz cuando este capitaneaba la Consejerí­a de Hacienda entre 2004-2009, ha querido elevar la responsabilidad polí­tica del escándalo de los ERE en los exconsejeros Antonio Fernández y Josíé Antonio Viera.

Las declaraciones de Martí­nez Aguayo en Canal Sur Televisión han causado gran sorpresa tanto en el PSOE como en la Junta de Andalucí­a, que rechazaron adherirse a la opinión de la consejera, del cí­rculo í­ntimo polí­tico de Griñán. En la entrevista que ayer publicó El Paí­s Andalucí­a, el presidente del Gobierno andaluz insinuó que podí­a estar de acuerdo con la opinión de Martí­nez Aguayo, aunque como jefe del Ejecutivo socialista no podí­a expresarlo. En la práctica la ha dejado tirada polí­ticamente.

“Yo tengo mi criterio,  pero como responsable público debo tener mucho cuidado con lo que digo”, contestó el jefe de la Junta de Andalucí­a, que insiste en que no existen argumentos legales para su imputación, aunque expertos jurí­dicos consultados por El Confidencial como el exfiscal de la Audiencia Nacional Ignacio Gordillo opinan todo lo contrario, remitiíéndose al artí­culo 11 del Código Penal.