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La Policía Federal de Brasil desmanteló un "conglomerado" de empresas de lavado de dinero con ramificaciones en órganos públicos de diez regiones del país y que contribuyó a blanquear al menos 300 millones de reales (unos 133 millones de dólares) en 18 meses.
Esta operación, denominada "Miquíéias", es la primera que realiza la Policía Federal contra la corrupción, contó con la intervención de cerca de 300 agentes y tenía como objetivo arrestar a 27 personas y cumplir 75 órdenes de búsqueda y aprehensión, según un comunicado.
Los arrestos se realizaron en Brasilia y en los estados de Sao Paulo, Río de Janeiro, Minas Gerais (sureste); Mato Grosso, Mato Grosso do Sul, Goiás (centro-oeste); Maranhí£o, Amazonas y Rondonia (norte).
La banda tenía "incontables cíélulas" y "un verdadero servicio de tercerización de lavado de dinero" formado por varias empresas y testaferros que se renovaban a cada cierto tiempo para evitar ser detectados.
El grupo sobornaba a alcaldes y a gestores de fondos de seguridad social para que estos invirtieran dinero público en fondos de inversión gestionados por la propia banda, que estaban formados por "activos tóxicos" que, con toda probabilidad, darían píérdidas.
La Policía detectó que se cometieron irregularidades en fondos de seguridad social de Manaos, capital del estado de Amazonas, y otros catorce municipios de los estados de Mato Grosso do Sul, Río de Janeiro, Goiás, Rondonia y Maranhí£o.
Los detenidos responderán por delitos como gestión fraudulenta, operación ilegal en el mercado de valores, corrupción activa o pasiva, lavado de dinero, y asociación ilícita.
Entre los investigados figuran tambiíén policías del Distrito Federal de Brasilia, que eran responsables de la protección de la banda