Las fundaciones se han convertido en un coladero para la financiación opaca de los partidos políticos, prácticamente libre del control por parte del Tribunal de Cuentas, que no examina las subvenciones, ayudas y donaciones recibidas hasta más de cinco años despuíés.
Y la situación se ha agravado además en los últimos años tras la introducción de un cambio regulatorio en el último Gobierno del PSOE, por el que se eliminó el límite de 161.706 euros que regía por donante hasta el año 2011.
Así, en plena crisis, entre 2008 y 2012, las tres grandes fundaciones del PP y el PSOE consiguieron 42 millones de euros en ayudas y donaciones anónimas que hasta ahora no han sido fiscalizadas por nadie.
Se trata de Faes, la gran fundación del Partido Popular, creada por Josíé María Aznar en 2003, que ha recibido 17,9 millones; la Fundación Pablo Iglesias, que ha logrado 12,83 millones y la Fundación Ideas, cerrada en 2013, un año despuíés de que estallara el caso Amy Martin (el escándalo por los trabajos contratados y pagados a una falsa articulista que en realidad era la esposa de su director) y que harecibido 11,11 millones bajo la presidencia de Alfredo Píérez Rubalcaba y la dirección de Jesús Caldera.