La incertidumbre sobre el futuro de Grecia no parece haber mermado la confianza de los inversores en España, que entre las emisiones del Tesoro, y las efectuadas por la Comunidad de Madrid y el Canal de Isabel II, podría colocar deuda pública por más de 10.800 millones esta semana.
Las abiertas discrepancias entre el nuevo Gobierno griego y el Eurogrupo, que alimentan las dudas sobre el futuro de la economía helena en la zona euro, han agitado las aguas en los mercados bursátiles y de deuda del Viejo Continente.
En el caso español, la incertidumbre se ha traducido en una tibio repunte tanto del riesgo país, en niveles cercanos a los 120 puntos básicos, como de la rentabilidad del bono a diez años (en el 1,56%).
Sin embargo, el temor al polvorín griego no ha afectado, de momento, a la confianza de los inversores en España, que entre subastas del Tesoro y colocaciones de gobiernos regionales y otros entes públicos emplazará deuda en el mercado por hasta casi 11.000 millones de euros en apenas cuatro días.
Una autíéntica avalancha de papel público que, a falta de lo que ocurra en la subasta del Tesoro de hoy, habrá colocado, en tíérminos generales, a precios históricamente bajos y con abultados niveles de demanda.
Por ejemplo, la Comunidad de Madrid colocó ayer 1.400 millones de euros en bonos a diez años a un tipo de interíés del 1,826%, el más bajo de su historia, con una demanda de unos 2.200 millones de euros, más de lo que preveían los expertos para una operación de sus características.
Apetito inversor
El gobierno madrileño no ha sido el único ente público que ha querido aprovechar el idilio que viven los inversores y la deuda pública española. El martes, el Canal de Isabel II se estrenaba tambiíén con notable íéxito en el mercado de bonos con la emisión de 500 millones de euros en títulos a diez años a un tipo del 1,686%, muy similar al que paga el Tesoro por papel al mismo plazo.
Lo hizo además con una demanda muy superior al importe final adjudicado: 3.300 millones de euros, procedente en su mayoría del extranjero, lo que evidencia el apetito que la deuda pública española sigue despertando en los inversores foráneos.
Por su parte, el Tesoro colocó el martes 4.484 millones de euros en letras a 6 y 12 meses a precios más bajos que en la subasta anterior y, lo que es más importante, cada vez más cerca de marcar un hito histórico: registrar tasas negativas de interíés o, si se prefiere, consiguiendo por primera vez que los inversores paguen por adquirir deuda española y no a la inversa.
El martes no pudo ser, aunque quedó muy cerca (el interíés medio en las letras a 6 meses fue del 0,088%), pero la posibilidad queda abierta para la subasta de letras a tres meses de la próxima semana, plazo en el que, de hecho, el Tesoro pagó ya un exiguo 0,018% el pasado mes de enero.
Hoy, subasta de bonos
En este escenario, el Tesoro acude hoy de nuevo al mercado con el objetivo de captar entre 3.500 y 4.500 millones de euros en bonos a tres y diez años, sin que las alertas procedentes de Grecia parezcan, a priori, suficientes para evitar que la subasta se salde con íéxito, tanto en tíérminos de volumen como de precio.
En apenas tres días, Tesoro, Comunidad de Madrid y Canal de Isabel II han colocado deuda por importe de 6.384 millones de euros, una cantidad que se disparará hasta los 10.880 millones hoy si el Tesoro coloca el máximo previsto, lo que refrendaría, una vez más, que España es percibida por los inversores como una economía solvente y en recuperación.
J. Díaz
