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Autor Tema: Los Códigos Geníéticos*Pleyadianos  (Leído 651 veces)

Scientia

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Los Códigos Geníéticos*Pleyadianos
« en: Mayo 17, 2015, 01:07:43 pm »
Los Códigos Geníéticos*Pleyadianos

http://isialada.blogspot.com.es/2015/05/los-codigos-geneticospleyadianos.html?spref=fb&m=1

Nosotros sólo creamos lo imaginario desde donde vosotros evolucionáis. Saludos, queridos amigos, estamos aquí­. Nuestra intención es asistiros en la creación de una nueva visión, una visión que os inspirará a vivir y amar en el planeta Tierra.

Escondida debajo de capas de tierra y piedras, la Tierra, al igual que una joya de incalculable valor, irradia su brillante belleza hacia los confines del espacio y del tiempo, esperando pacientemente a ser coronada por su gente. Ella os crea y os sustenta y sin ella, como ya sabíéis vosotros mismos, no podrí­ais existir. Nosotros os rogamos, como buscadores de historias, que proclamíéis una alianza con la Tierra.

Comprometeos con vuestra propia transformación a un viaje a travíés de la luz y de la oscuridad y honrad el papel tan importante que juega la Tierra al liberaros. Cuando se deshagan los hilos de la madeja y se revele vuestra herencia celestial, tened cuidado de no quedar atrapados por el en-canto de los cielos pues tambiíén vosotros sois estrellas.

Estrellas que reflejan e irradian luz a otros mundos que están buscando soluciones para sus propias creaciones. Vuestra tarea en este momento es activar la Biblioteca Viviente de la Tierra y restaurar la Tierra y la versión humana de la vida para que recuperen el primer lugar en la creación. Este es vuestro viaje en este momento.

Existen muchas versiones de la realidad – viable cada una con su propia razón y su propia intención –. El tiempo, el espacio y la existencia de otros mundos son amorfos y son sólo reales según la atención que les prestáis. Hay muchas Tierras donde elegir: hilos del tiempo conducen a cuentos que han sido olvidados o han sido desviados de vuestro conocimiento y desarrollo, deliberadamente.

Os pedimos, a cada uno de vosotros, que abráis vuestra mente y vuestro corazón, puesto que dentro de vuestros cuerpos y en la propia Tierra están las respuestas a los grandes misterios que buscáis. Aunque parezca que nosotros existimos fuera de vosotros – un colectivo de energí­as pleyadianas que os habla desde el futuro –, tambiíén existimos dentro de vosotros. Somos vuestros antepasados, existiendo dentro y fuera de vosotros. Nosotros somos vosotros, somos espirales doradas del tiempo, ciclos de íépocas de existencia y os rogamos que reconsideríéis todo aquello que es sagrado para vosotros.

Os pedimos que hagáis una nueva evaluación de vuestra razón de ser, que aclaríéis las fuerzas que os rigen y que hagáis resurgir los códigos de la conciencia almacenados en vuestro ser. Ha llegado el momento de reclamar el conocimiento que creáis mediante el pensamiento, de recordar el propósito de la Biblioteca Viviente de la Tierra, de reinstaurar la belleza dando valor a la vida, y de recordar quiíénes sois. Os invitamos a viajar ahora con nosotros a travíés de los misterios de vuestro mundo.

Imaginaos a vosotros mismos haciendo una excursión con el número doce, y exponed el concepto del «doce» a vuestra mente. El material de este libro está diseñado para descodificar el mismí­simo sistema que os estructura y os define: el número doce. Visualizaos viviendo el sí­mbolo numíérico del Uno mediante el doce.

Igual que los doce meses del calendario, los doce movimientos de los doce signos zodiacales, las doce horas de un reloj y, luego, añadid a estos sí­mbolos vuestra ví­a personal del «doce». Imaginad que vuestro ADN se compone de doce hebras y que estas activan y se conectan con vuestros doce chakras, que son los portales energíéticos a travíés de los cuales podíéis acceder a vuestra herencia espiritual.

La clave está en lo siguiente: vuestro reto es el de conoceros a travíés de vuestra imaginación, acceder a vuestra red interna, a vuestros propios tablones de anuncios de la realidad y a todo aquello que es invisible para vuestros ojos. Al trabajar en vuestro entendimiento espiritual, tal vez queráis tomar en cuenta muchas cosas nuevas que engrandecerán vuestro mundo actual gracias a una visión más amplia.

Nosotros estamos aquí­ para enseñaros el juego, daros los Códigos y los Números Maestros. Parte de vuestro karma consiste en tratar con la Tierra en este momento, pues todo aquello que ponemos en movimiento es con lo que debemos bailar. Nuestros antepasados crearon hechos que actualmente ahogan nuestro desarrollo en las Plíéyades y como Pleyadianos estamos intentando descubrir las soluciones para este enorme dilema, el cual vosotros compartí­s con nosotros.

Nuestra civilización estará en el futuro – desde vuestra óptica – en peligro y hemos decidido viajar para encontrar una solución a lo que nos atormenta. Nosotros vivimos en vuestro futuro, e intentando averiguar lo que sucede, hemos avanzado aún más hacia el futuro y nos hemos encontrado con nuestros maestros, los Guardianes de la Experiencia, tambiíén llamados Guardianes del Tiempo.

Cuando ellos nos enseñaron a viajar por los diferentes sectores del tiempo, nos tentó la posibilidad de viajar al pasado para descubrir dónde estaban almacenados y guardados los eventos. Averiguamos dónde se habí­an creado las tormentas que afectaron a nuestro pasado tal como lo vimos desde el futuro para nuestro futuro y, tal como lo estamos viendo ahora desde vuestro momento de la realidad.

Nuestros antepasados procedieron de un universo que se habí­a completado, que habí­a entendido que era el Creador Original, ellos habí­an entendido que eran un viaje del Creador Original en el tiempo. Ellos procedieron de un universo que habí­a descubierto su esencia – la creatividad –.Al descubrir esta esencia, comprendieron que ellos mismos eran los creadores.

Vinieron a las Plíéyades pues sabí­an que este sistema estelar podí­a ayudaros en un tiempo extraordinariamente desafiante, un tiempo en el que vosotros estarí­ais preparados para reconectaros con el Creador Original. Nuestros antepasados pertenecieron al grupo de planificadores originales de la Tierra, orquestadores que sembraron mundos y civilizaciones con luz e información mediante la creatividad y el amor. Nuestros antepasados tambiíén son vuestros antepasados. Ellos dieron su ADN a los Planificadores Originales y este ADN se convirtió en parte del ADN de la especie humana.

El plan consistí­a en crear un centro intergaláctico de intercambio de información en vuestro planeta, la Tierra. Era un plan extraordinario, pensado para un lugar hermoso, pues la Tierra está situada en el borde de uno de los sistemas galácticos y de fácil acceso desde otras galaxias. La Tierra está cerca de muchos portales, «autoví­as», sobre las cuales viajan las energí­as en vuestra zona espacial.

Hubo mucho ir y venir para que hubiera una representación individual de cada galaxia en la Tierra, pues todos querí­an tener a sus semejantes en este planeta. Algunos de los que se encargaban de todo esto, los llamados Dioses Creadores, eran maestros de la geníética. Eran capaces de crear, descubrir y juntar molíéculas dotándolas de una identidad, de una frecuencia y con cargas elíéctricas para crear vida.

Muchas civilizaciones sensibles dieron voluntariamente su ADN para tener algo semejante a su linaje geníético y código aquí­. en este planeta. Los maestros de la geníética diseñaron una variedad de especies, algunas humanas, otras animales, jugando con los ADN’s donados por las civilizaciones sensibles para crear un centro de intercambio de información, un centro de luz.

El diseño de la Tierra era algo realmente grande. Dado que para estos Dioses Creadores no existí­a el tiempo tal como lo conocíéis vosotros, unos cientos de miles de años o un millón de años no significaban nada para ellos.
Han existido otras especies humanas, parecidas a vosotros y cuyo ADN estaba en perfecto estado en aquel tiempo, que desarrollaron civilizaciones altamente evolucionadas.

Existieron hace mucho tiempo, hace más de medio millón de años. No estamos hablando de aquellas civilizaciones que vosotros llamáis Lemuria o la Atlántida. Estas íépocas pertenecen a un tiempo que nosotros llamamos «moderno». Nosotros nos referimos aquí­ a civilizaciones que son realmente antiguas, tan antiguas como las que están enterradas bajo los hielos de vuestro continente más sureño, la Antártica, o bajo el desierto de Gobi en Mongolia.

Unas energí­as, que vosotros llamáis dioses, crearon todo lo existente sobre este planeta utilizando para ello su inteligencia. Hay conciencia en todo lo que existe en la Tierra, incluso en las molíéculas de vuestras yemas de los dedos, y todo se ha creado para que trabaje al uní­sono. La conciencia se comunica continuamente mediante vibraciones de frecuencias electromagníéticas. Estas frecuencias se conectan y funcionan como una corporación de inversiones.

Cada una aporta beneficios al todo por el mero hecho de trabajar conjuntamente. El problema que existe en este momento en la Tierra es que los humanos creen que están separados de toda la energí­a existente para trabajar en conjunto. Vuestra creencia actual de que todo son partes separadas, os impide ver y acceder al conjunto de la existencia.

Nuestra intención es asistiros para que tengáis un mayor entendimiento de los experimentos pleyadianos que han influido en la Tierra. Durante tiempos de caos y confusión, cuando la especie humana fue oprimida, varias facciones de nuestro sistema familiar llegaron a diferentes lugares alrededor de vuestro planeta y lograron aperturas muy sutiles. Trabajaron con pequeños racimos de conciencia para dejar un resplandor de energí­a sobre vuestro planeta, pues muchos en el cosmos sabí­an que íéste iba a sufrir grandes calamidades y opresiones.

En estos momentos, la Tierra está en un terrible apuro. De esto no hay duda. No obstante, existe una gran oportunidad dentro de este estado de confusión. A todos se os ha tocado en el hombro para que respondierais a una llamada. Muchos han sido llamados pero pocos están dispuestos a meterse en lo desconocido y encontrarse cómodos con el hecho de ser apostatas, a defender algo que las masas tal vez no acepten. Aplaudimos vuestra intención y honramos a cada uno de vosotros por entrar en lo desconocido. Os honramos por tener el valor de indagar en las partes de vuestro ser, femenino o masculino, que por razones prácticas no habíéis entendido.

Estamos realmente encantados de vuestra disposición a explorar diferentes posibilidades y que queráis embellecer y enriquecer lo que ya teníéis. Ha llegado el momento de que cada uno de vosotros se haga notar a su manera, de magnificar las energí­as que pasan a travíés de vosotros, y de hacer que esta energí­a estíé disponible para muchos otros cuando atraigáis la luz a vuestro cuerpo y a la Tierra. Nos encanta reí­r y pasárnoslo bien y de una manera juguetona descubrimos aquello que tal vez sea lo que os impida a cada uno de vosotros ir más allá.

Las familias de la conciencia se juntan como racimos, basándose en su nivel de evolución, su mismo deseo y según un plan especí­fico. La Familia de Luz, a la que vosotros pertenecíéis, procede de un linaje de conciencia. ¿Quiíénes son la luz? ¿Quiíén posee la luz? ¿Quíé hay mas allá de la luz?.  Sentid esto por un momento y daos cuenta de que a vuestra mente humana le encanta fabricar mitos, pequeñas historias y cuentos de hadas en lo referente a los verdaderos sucesos del cosmos. Vuestra versión es minúscula en relación a lo que existe de verdad. Por eso os pedimos que cambiíéis radicalmente vuestras historias y comencíéis a imaginar versiones mucho más amplias de la existencia.

La Familia de Luz es un conjunto de entidades codificadas que trae la información a este planeta. La codificación está dentro de cada individuo. Una vez dispuestos a cuestionar y mirar más allá de las actuales interpretaciones de la realidad, se os guiará para crear formas de pensamiento que hagan que se disparen vuestros códigos.

Nosotros somos un grupo de energí­as que cataliza los códigos humanos de conciencia en un determinado momento de la evolución planetaria. Este proceso se desarrollará en la medida en que vosotros evolucioníéis, y recibiríéis una gran cantidad de instrucciones por parte de maestros aún desconocidos, pero que aparecerán para ayudaros.

La Familia de Luz es vasta. Sus miembros se reúnen siempre que hay que difundir información; son como un cuerpo especial de las fuerzas apostatas que se convocan en casos de emergencia. Los miembros de la Familia de Luz son capaces de integrar y sobrevivir las transmutaciones de las dimensiones sin que sus cuerpos o las fuerzas vivas que ocupan se destruyan. Como miembros de la Familia de Luz habíéis nacido con la capacidad de transformar la realidad.

Teníéis que crear un sistema de creencias que os permita hacerlo, puesto que vuestra mente está estructurada para evolucionar y formar vuestras experiencias según lo que vosotros solicitáis, sin tener en cuenta desde quíé plataforma de paradigmas partí­s.

La Familia de Luz actúa como un factor estabilizador durante las transmutaciones de las dimensiones, y sus miembros son portadores de las frecuencias que se utilizan para despertar a muchos. Algunos de vosotros tendríéis miedo pero no pasa nada. Cada uno de vosotros acogerá el nuevo conocimiento y los cambios hasta donde pueda. Estáis codificados para el cambio, pero la decisión de cambiar o no es vuestra libre elección.

Las dudas sobre si podíéis hacerlo o no, son vuestra libre elección. El proceso de iniciación, ocurrido en las escuelas de misterios que hay en la Tierra desde hace miles de años, ejemplifica lo que estamos diciendo. Hay miembros de la Familia de Luz que, al descubrir la codificación en su interior, han ido más allá de las leyes de la realidad tridimensional – a travíés de otras dimensiones, por así­ decirlo.

Lleváis la información a los sistemas. Muchos de vosotros teníéis la sensación de haber hecho esto anteriormente. ¡Así­ es! Es vuestra memoria multidimensional la que os hace recordar que ya fuisteis a otros sistemas e hicisteis lo mismo. Es un proceso familiar para vosotros pues es lo que caracteriza a los miembros de la Familia de Luz; íéste es vuestro cometido. Entráis en otros sistemas y reconstruí­s las realidades; sois expertos en esto.

Habíéis perdido la memoria de esto porque habíéis venido aquí­ para trabajar bajo las mismas leyes que todos los demás. Por eso habíéis venido aquí­ en forma humana y con vuestra memoria completamente borrada. Supisteis, antes de llegar aquí­, que perder la memoria formaba parte del proceso y habíéis elegido este momento especí­fico y estos padres para que os proporcionasen la mejor conexión energíética y geníética para cumplir vuestro propósito.

Cuando os encarnasteis en el plano terrestre, recibisteis ciertos genes suspendidos, emparejados y hermanados, que contienen los códigos de luz para, de esta forma, daros las mejores posibilidades para desarrollar las habilidades psí­quicas e intuitivas. Y no sólo esto, estos genes tambiíén contienen algunos datos de memoria que os separan de los demás aunque vosotros no seáis capaces de darle a esta sensación un nombre.

Estos poderes y talentos hacen que construyáis vuestras vidas y permitáis que el «momentum» os conduzca hacia algo diferente que al resto de los humanos. Mientras está ocurriendo esta extensa mutación en los humanos, estimulada tambiíén desde fuera por aquellos que os asisten en esta elevación geníética, teníéis que vivir e integrar todo aquello que está despertando dentro de vosotros.

Permitidnos que os demos una descripción del actual escenario: imaginaos a vosotros mismos como miembros de la Familia de Luz pero sin pareceros en nada a lo que sois ahora mismo. Con un chasquido de los dedos, os trasladáis a vuestra identidad cósmica.

Estáis ahora en una clase y un maestro os está explicando los puntos álgidos sobre vuestra tarea cuando vayáis a regresar a la Tierra, formando parte del sistema para poder cambiarlo. Sois expertos en vuestra profesión, sabíéis que sois perfectos como destructores de sistemas. En esta clase os estáis divirtiendo mucho porque el profesor os está explicando:
«Cuando bajíéis a la Tierra, lo creáis o no, será necesario que nosotros vengamos para daros instrucciones, puesto que no vais a recordar nada de lo que os estamos diciendo aquí­Â».
Y todos vosotros, destructores de sistemas, os reí­s a carcajadas por-que sabíéis que una vez os sumerjáis en la Tierra, no recordaríéis nada de lo ocurrido en esta clase. Y el profesor sigue:
«¡Observad esto! Os mostraremos una pelí­cula. Mirad, ahí­ llegamos nosotros en un vehí­culo y allá estáis vosotros en vuestro disfraz humano, actuando como si no supierais lo que está pasando. Esto forma parte de vuestra misión».
¿Entendíéis ahora que habíéis sido informados con anterioridad?

En esta clase habíéis sido codificados para que nos respondierais, a los Pleyadianos, y a otros muchos. Cuando os abráis a vuestra mayor identidad, sed receptivos y estad dispuestos a ir más allá de vuestras fronteras pues es por esto por lo que estamos luchando. Deseamos implantar nuevas imágenes en vuestra mente, imágenes que os lleven más allá. No importa cómo lo hacemos.

No importa tampoco si esto es verdad o no. Lo único que importa es que creamos nuevas imágenes para vosotros. Algún dí­a vosotros mismos vais a encontrar la apertura y entonces entenderíéis lo que hemos pretendido conseguir a lo largo de todo este tiempo. Comprenderíéis que a veces nos hemos inventado las cosas para que se catalizará algo dentro de vuestro Ser y os hiciera crecer. Somos maestros muy ingeniosos.

Ha llegado el momento de comprometeros en la creación de la alegrí­a, la creatividad y el amor por vosotros mismos. Cuando hayáis logrado esto, seríéis capaces de servir a los demás porque sólo si vosotros evolucionáis seríéis útiles a los otros. Al ser ejemplos vivos, siguiendo los dictados de vuestro corazón, podríéis enseñar el camino a otros para que el valor reine en sus corazones. No estamos aquí­ porque no tengamos otra cosa que hacer.

Estamos aquí­ para ayudaros en el proceso de transformación que está comenzando a hervir a borbotones y que ya está creando vapor alrededor del planeta. En los últimos años ha despertado una multitud de personas recordando el sentido de su vida.

Si supierais todo lo que sabe vuestro Yo Superior en este momento, estarí­ais muy impacientes por cumplir vuestra misión. Una misión que implica encarnarse como un humano, pensar como un humano y evolucionar para ser algo más que un humano y entonces darse cuenta de que, desde el principio, sois algo más que humanos.

Aunque parezca un tanto atrasado, es absolutamente necesario que viváis el proceso de evolución de vuestra conciencia como ser humano. La transformación requiere que una gran masa de gente despierte y trabaje para que la vida evolucione de manera consciente. En este proceso, la clave es la elección. Lo haríéis paso a paso y otros os observarán y tendrán luego el valor de imitaros.

Algunos habitantes del cosmos consideran a los humanos como algo muy valioso a pesar de que ni vosotros mismos conocíéis en este momento el tesoro que está guardado dentro del cuerpo humano. Vuestro cuerpo humano es lo más valioso que vais a poseer y encontrar jamás. ¡No teníéis precio! Se han librado batallas por poseer la Tierra y, como resultado, las fuerzas que os controlan u os limitan os han inducido, con malas artes, a no descubrir el valor que está almacenado dentro de vosotros.

Se os ha engañado a propósito, haciíéndoos creer que sois insignificantes y sin valor alguno para que no se enganchen a vosotros otras formas de inteligencia. Aquellos que os controlan, no consiguen sacar de vosotros las formulas y por eso siguen escondiíéndoos, manteniíéndoos en cuarentena y aislándoos. De esta manera, aquellos que necesitan lo que vosotros teníéis, no pueden llegar a vosotros. Se os ha enseñado el baile de la píérdida de poder y vosotros, como especie, estáis diseñando la coreografí­a de este baile.

Ahora estáis empezando a encontrar vuestro propio valor. Nosotros deseamos compartir cosas con vosotros, enseñaros y estimular en vosotros, mediante un proceso continuo, el descubrimiento de este valor. El valor que iríéis descubriendo crecerá más y más conforme os cuestioníéis sobre estas fórmulas – nosotros las llamamos códigos para otras civilizaciones – que están dentro de vosotros.

La Tierra es un microcosmos dentro de un macrocosmos, una versión en miniatura de lo que sucede en todas partes, con una sola diferencia: la Tierra es un punto de mira, un punto que llamamos núcleo. Sabíéis que un núcleo es una semilla. Nosotros hemos vuelto a la Tierra para ayudar a los miembros de la Familia de Luz, que han sido sembrados aquí­, en el momento clave pues ahora las cosas pueden ser cambiadas.

En la realidad tridimensional, el factor tiempo se entiende muy mal pues el tiempo puede ser mucho más flexible de lo que vosotros pensáis. Puede ser estirado, distorsionado, curvado y se puede enroscar sobre sí­ mismo, permitiendo de este modo movimientos simultáneos en otras realidades. Vosotros habíéis nacido en la Tierra para cambiar el transcurso de la historia insertándoos desde el futuro en el pasado. De esta manera podíéis reformar el pasado. Sois las semillas del cambio.

Compartiremos con vosotros algunos conceptos que os empujarán a entenderos más allá de vuestra actual definición. Muchas de las cosas que sugerimos retuercen y doblegan la mente. ¿Por quíé hacemos esto? ¿Por quíé queremos confundiros? Bueno, si somos capaces de confundir vuestra actual visión de la realidad, tal vez seamos tambiíén capaces de haceros percibir otras realidades, y nosotros queremos removeros hasta que consigáis ver las cosas claramente.

Os habíéis quedado atrapados en los paradigmas que la conciencia colectiva reproduce y, por lo tanto, hace falta un gran esfuerzo y una gran determinación por vuestra parte para salir del actual sistema de creencias. Vuestras creencias están basadas en lo que vosotros llamáis tiempo lineal y en un conocimiento limitado de los hechos históricos.

Mediante un sistema educativo sobrevalorado, se os ha vendido una versión de la realidad y vosotros os premiáis y os elogiáis por vuestra habilidad de repetir historias como si fueran hechos, sin cuestionaros jamás el contenido y el míétodo de aprendizaje. Os han contado muchas historias y nosotros estamos dispuestos a contaros unas cuantas más. Aprended a usar vuestro cuerpo en su totalidad para leer más allá de las palabras que compartimos con vosotros. Por eso, nos encanta recordaros que nosotros somos relato-res de historias. En algún lugar de vuestro Ser antiguo, se encuentran las herramientas de la verdad – y sois vosotros los que debíéis descubrir cómo y cuándo usarlas –. Las palabras son más de lo que aparentan.

Vuestro lenguaje está codificado y los sonidos crean imágenes que se reflejan, que estimulan y estructuran vuestra conciencia. Las palabras habladas llevan una vibración diferente de las escritas. Nos encanta jugar con ambas formas de lenguaje. Cuando hablamos, la entonación es nuestra propia rúbrica, y utilizamos variaciones y ponemos íénfasis de forma sutil en determinados sonidos. Seleccionamos cuidadosamente lo que intentamos expresar y tenemos ciertas maneras de utilizar las palabras.

Sabemos que vosotros oí­s una cosa pero que el sonido que producimos lleva un significado muy diferente a vuestro cuerpo. En el momento en que vosotros penetráis en nuestra vibración, recibí­s muchí­simas instrucciones y se disparan capas y capas de conocimientos. Por un lado están los espacios existentes entre todas las palabras. Estos espacios suponen por sí­ mismos un aprendizaje. Por otra parte, están los sonidos que producimos y que resuenan en vuestras cíélulas y os cuentan una historia pleyadiana. El trabajo interno y externo se une para acelerar vuestra evolución.

Al principio estaba la palabra y la palabra era sonido. Así­ es como se produjo la creación. El sonido os afecta a todos vosotros y está cambiando el planeta. Sin embargo, vosotros no os enteráis de las sutilezas que hay detrás de este proceso. Nuestras palabras impresas en una página tambiíén han sido configuradas y codificadas para que os muestren muchas capas de la realidad.

¿Os ha ocurrido alguna vez que hayáis leí­do una página con nuestras palabras y hayáis entendido una idea que, luego al leerla en otra ocasión, ha significado una cosa nueva? Incluso podíéis tener la sensación de que lo que estáis leyendo en este momento, no estaba ahí­ en la anterior lectura y, tal vez, ciertamente no lo estuviera.

Las palabras estamos aquí­ se pueden descodificar a otro lenguaje que anuncia básicamente una identidad más grande de quienes somos. La palabra recordar tiene que ver con la aclamación de la fuente de quien os creó, igual que las palabras estamos aquí­. Las palabras identifican la fuente de vuestro creador y cuando nosotros hablamos con vosotros, las palabras que utilizamos revelan, a travíés de su sonido, que nosotros procedemos de la fuente de vuestro creador en las Plíéyades. Vuestras cíélulas oyen esto y avisan a vuestro cuerpo para que, en su momento, recuerde.

Hemos sugerido que hace aproximadamente medio millón de años sucedieron eventos tumultuosos en este área de la existencia y que configuraron vuestra Tierra tal como es ahora. En gran medida, la Tierra perdió su soberaní­a y otra fuerza de gobierno se coló y reclamó los derechos de posesión de este fantástico inmueble que vosotros llamáis hogar. Estos administradores recientes y parecidos a Dioses, no han sido siempre los más amables y más beníévolos.

La Tierra fue creada hace billones de años con un propósito. Ella iba a ser un centro intergaláctico de intercambio de información, parte de un enorme sistema bibliotecario, donde se almacenarí­an los datos de muchí­simas galaxias – una Biblioteca Viviente, para ser exactos.

Los Dioses Creadores, aquellos que se creyeron la fuerza de la creación, se reunieron, juntaron sus conocimientos y comenzaron a crear formas de vida. Pidieron prestados ADN’s y material geníético de muchos mundos diferentes. Este material lo almacenaron en el sistema bibliotecario de la Tierra el cual, a su vez, estaba conectado con un sistema de doce bibliotecas cósmicas.

Como podíéis ver, el plan para la Tierra era grandioso.
Por Barbara Marciniak
Del libro "Tierra - Las claves Pleyadianas de la Biblioteca Viviente"




Por Barbara Marciniak
Del libro "Tierra - Las claves Pleyadianas de la Biblioteca Viviente"

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Re-Publicado por “Isis Alada”
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« Última modificación: Mayo 17, 2015, 01:08:31 pm por Scientia »