El fuerte aumento de la carga de la deuda pública no tiene solución fácil.
Los gobiernos pidieron prestado grandes cantidades de dinero para combatir la última crisis financiera y la pandemia de COVID-19, pero ahora muchos plantean dudas sobre su capacidad para pagar esa deuda.
Desde 2007, la deuda pública mundial ha aumentado del 40% al 60% del PIB en promedio, y los países avanzados han experimentado relaciones deuda/PIB aún más altas.
Si estos niveles realmente llegaron para quedarse, se necesitan límites de gasto, consideraciones sobre aumentos de impuestos y mejores regulaciones bancarias para evitar una crisis.