Después de años de tener un rendimiento inferior al de casi todos los demás mercados bursátiles del planeta, China ha vuelto, y a lo grande.
Las acciones chinas han subido un 25 % más rápido de lo que se tarda en decir "mercado alcista" ( unos 5 días de negociación ).
La campaña de estímulo monetario anunciada por Pan Gongsheng, gobernador del Banco Popular de China (PBOC, la respuesta china a la Reserva Federal), sorprendió a los escépticos.
La política de estímulo implicó tasas más bajas, menores requisitos de reservas para los bancos, así como apoyo directo tanto al mercado de valores como a las hipotecas en el mercado inmobiliario chino, que se está desplomando.
Además, el Politburó, encabezado por el presidente Xi Jinping , celebró una reunión no programada poco común y luego hizo un anuncio que amplió de manera efectiva el estímulo de la política monetaria anunciado anteriormente por el banco central. Los funcionarios prometieron medidas masivas para hacer que el mercado inmobiliario "deje de declinar".
Otras palabras en la declaración del Politburó muestran que Xi entiende que la necesidad crucial de China es incitar a los consumidores a comenzar a comprar nuevamente, lo que sugiere que pronto llegará algún estímulo keynesiano tradicional para impulsar la demanda.
