Dos años después del inicio de la revolución de la inteligencia artificial generativa, los inversores han desviado su atención de los beneficios de la tecnología a su altísimo costo. Es una parte inevitable del ciclo de la publicidad exagerada.
Las grandes empresas tecnológicas gastarán más de 200.000 millones de dólares en inversiones de capital este año, principalmente para construir centros de datos, comprar los chips necesarios para entrenar sus modelos de inteligencia artificial y potenciar su uso continuo. El gasto es real, pero también lo son los beneficios, que aún podrían sorprender a los inversores en los próximos meses y años.