El fuerte endeudamiento de los gobiernos en países ricos presenta un riesgo para la estabilidad del sector financiero e incluso podría desatar una segunda crisis crediticia global, advirtió hoy el Fondo Monetario Internacional (FMI).
"Si bien mejoraron la situación del sistema financiero global y las perspectivas a corto plazo, la estabilidad no está garantizada", advirtió el jefe de política monetaria y mercados de capital del FMI, Josíé Viñals, al presentar el informe del organismo sobre la Estabilidad Financiera Global.
"Si no se actúa contra el legado de la crisis y contra los riesgos soberanos emergentes, corremos el riesgo real de socavar la recuperación y extender la crisis financiera a una nueva fase", añadió.
Bajar el díéficit y sanear los presupuestos es ahora "la tarea de mayores proporciones para los gobiernos a corto plazo", señaló Viñals.
El nivel de deuda en el bloque de los siete países más industrializados del mundo está en sus máximos de los últimos 60 años, subrayó el FMI, que señaló a la crisis griega y los problemas que atraviesa la eurozona como un ejemplo de los riesgos que entraña la situación.
Por el contrario, el sector privado muestra "noticias alentadoras" y la mayoría de compañías financieras se ha estabilizado tras rozar el colapso a partir de octubre de 2008.
Gracias a la recuperación económica, el FMI rebajó a 2,300 millones de dólares las amortizaciones de los bancos vinculadas a la crisis, frente a los 2,800 millones que esperaba en el informe de octubre del año pasado.