Cuando el lunes el mercado rebotaba, alertábamos desde Ecotrader, que podía ser en falso. Y así ha sido. Wall Street está nervioso esta semana ante el dato de paro, el mal dato de consumidor de hoy... lo que está provocando miedo a que la economía norteamericana no crezca como se esperaba. Y eso lo reflejan muy bien los bonos estadounidenses: las compras están siendo masivas. Detrás de ello puede estar el fantasma del miedo a la deflación. Ya no se esperan subidas de tipos de interíés en EEUU hasta abril de 2011. Es clave que el S&P 500 no pierda los 1.040 puntos.
Por ejemplo, la rentabilidad del bono a 10 años de la zona euro se coloca en el 2,96 por ciento, que es su mínimo del año. Las compras tambiíén se suceden en los bonos a 2 años y los bonos a 10 años.
Esta huida hacia los activos de poco riesgo, que por la mañana tambiíén se veía en el mercado europeo, puede ser un incidio de lo que los inversores se están readaptando a un escenario macroeconómico diferente: que Estados Unidos pueda importar deflación de Europa.
Las compras de bonos son tan fuertes, que no sucederían si no fuera porque los inversores (y la fuerte caída de los consumidores de EEUU es un indicio) empiezan a emplazar la subida de tipos de interíés más lejos en el tiempo. Si hace unos meses se esperaba para este ejercicio, ya se retrasó para 2011. Y ahora anticipan que no lo hará hasta abiril de 2011.
Eso sólo puede ser porque, por una parte, el crecimiento de la economía no estíé consolidado y, por la otra, porque no haya necesidad de hacerlo porque no exista ninguna presión sobre los precios. Es decir, que la inflación no haga su aparición.
Alain Galibert, desde Bolságora, reconoce que no descartan que los mercados puedan adaptarse a este escenario y que ellos ya han estado aumentando posiciones en renta fija estadounidense. Por el contrario, las recortan en bolsa y podrían controlarlas más. Reconoce que su exposición a renta variable (de alrededor un 30 por ciento de la cartera) no era tan baja desde febrero de 2009.
Las bolsas están reaccionando con fuerza. El Ibex no sufría una caída tan abrupta desde el 14 de mayo, cuando se dejó más de un 6%. Pero lo verdaderamente importante es que el S&P 500 no ceda los 1.040 puntos. Si lo hace, las bolsas están en riesgo de virar a bajistas.