ACS está de enhorabuena. Tras anunciar un contrato de 447 millones de dólares /324 millones de euros) para construir una estación en el metro de Nueva York, el holding se acaba de adjudicar la puesta en marcha de unos servicios de irrigación a las afueras de Lima (Perú). La consecución de estas obras han estado rodeadas de políémica, hasta el punto que le ha costado el puesto a la alcaldesa de la capital andina por presunto soborno.
ACS pujó por este contrato a travíés de su filial Cobra Instalaciones y Servicios, que lideraba un consorcio en el que estaba la compañía local Cosipa. El otro finalista del proyecto era un grupo colombiano, formado por las compañías Hidalgo e Hidalgo, Conalvías, Construcción y Administración e Infracon. ProInversión, la agencia peruana encargada de atraer la inversión privada a Perú, seleccionó estas dos ofertas de un total de siete que habían sido previamente precalificadas.
La selección del grupo español estuvo rodeada de gran políémica despuíés de conocerse que la regidora del ayuntamiento de Lima, Lourdes Flores, se había reunido con un intermediario en nombre de ACS. En concreto, con Remigio Morales Bermúdez, un ex ministro de Agricultura, que en su día tambiíén se vio envuelto en casos de corrupción. Flores negó las citas con los representantes del holding presidido por Florentino Píérez, pero el caso se transformó en escándalo cuando se colgó en Youtube la conversación entre Remigio Morales y la secretaria de la alcaldesa en la que se acordaba la hora y la fecha de la reunión.
La responsable del partido pepecista, en plena campaña electoral para renovar el cargo, admitió posteriormente que se había visto con responsables de ACS y de la brasileña Camargo Correa, la mayor constructora del país. “Sí (se concretaron), por su puesto, íéstas y otras 200 mil (reuniones) más que he tenido. Si me preguntan cuál fue el tenor del diálogo, no lo recuerdoâ€, afirmó Flores, que, finalmente, el pasado 3 de octubre perdió las elecciones a favor de Susana Villarán.
Ahora se ha conocido que la compañía participada por los March y los Albertos ha sido agraciada con el contrato de 400 millones de euros, mayor que el del metro de Nueva York. Así lo ha confirmado un portavoz oficial de ACS, el cual ha añadido que el anuncio oficial tan solo está pendiente de la firma. El primer accionista de Iberdrola ya ha tenido otros problemas en el país latinoamericano, al que amenazó el pasado año con demandar por anular la concesión de una planta de tratamiento de aguas residuales en Tabeada, en el puerto del Callao.
