Probablemente es una de las entradas en bolsa con mayor estropicio que se recuerdan. El largo plazo les juzgará, pero la foto despuíés de cuatro años proyecta unas minusvalías latentes -sin realizar- para echarse a temblar.
La familia Del Pino, una de las grandes fortunas españolas, acumulan píérdidas de más de 500 millones de euros en la cartera de acciones que construyeron hace cuatro años por motivos fiscales. Fue en 2006 cuando el Gobierno activó la retirada del Impuesto de Patrimonio y una serie de modificaciones para evitar el la compra de 5% en cotizadas.
Durante el último trimestre de 2006, Casa Grande de Cartagena, sociedad patrimonial de la familia, dirigida por su consejero delegado Eduardo Trueba, se hizo con participaciones del 5% en Banco Pastor, Acerinox, Ebro Foods, Indra y Gamesa.
En total invirtieron alredecor de 940 millones de euros en una sucesión de operaciones que asombró y conmocionó a los inversores por su celeridad.
Casi cuatro años despuíés este bloque de participadas apenas tiene un valor de 500 millones de euros, según su cotización en bolsa, y ya han comenzado a realizar minusvalías como en el caso reciente de Gamesa.
En el fabricante de turbinas han perdido más de 170 millones, casi el 70% de lo que invirtieron. Y podían haber perdido más, ya que obtuvieron más de 70 millones por sus acciones y ese mismo paquete está valorado, ahora, en menos de 50 millones.
Casa Grande de Cartagena aglutina las inversiones de la familia Del Pino, excepto el 58,315% que dicha familia ostenta en Grupo Ferrovial. Aquellas adquisiciones se inscribieron en el programa de inversión para diversificar el patrimonio familiar y en el proceso de reparto de la herencia entre los hijos del fundador de Ferrovial, Rafael Del Pino, que falleció en 2008.
