Arranca la Semana Grande del Tesoro Público. El organismo encargado de la emisión de deuda pública española inicia hoy una freníética actividad que le llevará a realizar cuatro colocaciones en apenas 48 horas, con las que pretende captar entre 9.000 y 11.000 millones de euros para financiar las arcas públicas.
Abre fuego hoy con una doble emisión de letras a 12 y 18 meses, adjudicación en la que se ha fijado como meta conseguir entre 6.000 y 7.000 millones de euros entre ambos títulos. Esta cifra es similar a la lograda en septiembre, cuando recaudó 7.036 millones de euros. Como entonces, la clave residirá en la demanda y el interíés al que se subaste el papel. Hace un mes las peticiones alcanzaron los 14.165 millones de euros y la rentabilidad media de las letras a 12 y 18 meses se situó en el 1,9 y el 2,14 por ciento, respectivamente.
Dos días despuíés, el Tesoro cambiará la deuda a corto por la de largo plazo. El jueves colocará obligaciones a 15 años y títulos con vencimiento en julio de 2032. En total, con esta doble emisión intentará captar entre 3.000 y 4.000 millones.
Mención especial merece el lanzamiento de deuda con vida hasta 2032, puesto que se trata de una subasta extraordinaria que anunció el pasado viernes. Además, como se encuadra dentro de las emisiones de deuda a largo plazo, concuerda con el objetivo del Tesoro de "alargar la vida media" de la deuda en circulación.
'Tempus fugit'
Esta avalancha emisora se produce en un momento en el que la prima de riesgo española, así como la del resto de los países perifíéricos de la zona euro, se está moderando en el mercado. Este entorno puede facilitar el trabajo del Tesoro Público, despuíés de que la tensión haya retornado en las últimas emisiones. Así ocurrió, por ejemplo, en la adjudicación de bonos a tres años del pasado 7 de octubre, que se encareció un 11 por ciento con respecto a septiembre y en la que captó 3.216 millones, cuando pretendía conseguir hasta 4.000 millones de euros.
Otro termómetro del riesgo, el seguro contra el impago (CDS) español, se situó ayer por debajo de los 200 puntos básicos -en concreto, 198,7- por vez primera desde agosto. Hace un mes esta referencia se encontraba en los 235 puntos básicos.
¿Distensión transitoria?
Esta distensión es común a la registrada por los países que se vieron envueltos en la crisis de deuda soberana de la pasada primavera. Las primas de riesgo de Grecia, Irlanda, Portugal e Italia se encuentran igualmente en sus cotas más reducidas desde el verano y se sitúan entre un 10 y un 35 por debajo de los máximos del año.
A pesar de esta notable relajación, fuentes del mercado reconocen que la tensión soberana puede regresar en los dos últimos meses del ejercicio, razón que ha podido empujar al Tesoro Público a reforzar las emisiones previstas para esta semana con el objetivo de adelantarse a esas posibles complicaciones. En concreto, los expertos de Bank of America Merrill Lynch mencionan la amenaza de que las primas repunten "en la segunda y tercera semanas de noviembre", intervalo en el que varios países perifíéricos, entre los que figura España, anunciarán sus cifras de crecimiento económico en el tercer trimestre del año y los datos correspondientes a la dependencia de sus bancos de la financiación del Banco Central Europeo (BCE)