Realia ya tiene prácticamente cerrada la operación de venta del 24% de su filial francesa. La inmobiliaria propiedad de FCC y Caja Madrid ha presentado a su consejo de administración la solución, a modo de oferta, propuesta por otra competidora, la tambiíén española Colonial, controlada a su vez por La Caixa y los fondos de inversión Colony o Orion Capital, para entrar en el capital del SIIC de París como accionista de referencia, según distintas fuentes del mercado.
La operación en marcha se resolvería mediante la aportación de activos de SFL, la filial francesa de Colonial, en la filial tambiíén francesa de Realia. Con este canje, la inmobiliaria propiedad de FCC y Caja Madrid cumpliría con la imperante necesidad de rebajar su participación actual del 84% por debajo del 60%, el nivel máximo que debía haber tenido a finales de 2009 para mantener las ventajas fiscales y que la autoridad bursátil gala le prorrogó hasta 2010.
El riesgo de no cumplir con el requisito podría suponer un quebranto a Realia de cerca de 120 millones de euros. A pesar de la cuantía, Realia ha consumido casi un año y medio de calendario para continuar en el mismo punto. Y no ha sido por falta de ofertas, pues tanto Mutua Madrileña como otros importantes inversores inmobiliarios y fortunas familiares han participado en el proceso, aunque no han convencido al presidente Ignacio Bayón.
La gestión del proceso por parte del presidente de Realia, más allá de la evolución de la propia compañía, ha levantado bastante controversia dentro del sector inmobiliario. Las principales objeciones tienen que ver con los dos activos que SFL pretende aportar como canje para tomar el 24%. Se trata de unos edificios de oficinas en París cuyo valor de mercado alcanzaría en total más de los 225 millones de euros en conjunto.
Según recoge un informe de la consultora inmobiliaria Cushman & Wakefield fechado en septiembre de este año, los inmuebles de SFL atesoran ciertas particularidades, como vencimientos de contrato de alquiler en 2012 y necesidad de reformas y rehabilitación, que deberían haber jugado en su contra a la hora de imponerse en la venta. Aún así, y con ofertas similares, Bayón defiende esta candidatura como uno de sus últimos servicios a la compañía.
La disyuntiva de la inmobiliaria española ha sido de precio. La mala evolución en bolsa de la filial francesa respecto a cuando fue comprada en mayo de 2006, entonces Realia pagó más de 400 millones de euros por el 73%, aunque con la deuda de 260 millones extra, concedía un valor empresa de más de 800 millones, ha jugado en contra de la actual desinversión. Cuatro años despuíés, la SIIC de París cotiza con un descuento superior al 30%.
En una tesitura bursátil similar se encuentra Realia, aunque su modelo inmobiliario es más amplio que el de su filial francesa. En su caso, SIIC de París se compone de una sociedad patrimonialista con una cartera de 34 activos en renta, fundamentalmente oficinas, en las principales zonas de negocios de la capital francesa. Su facturación representa más del 40% de las rentas anuales de la división de patrimonio del grupo.