Caja Madrid registró unos beneficios de 256 millones de euros en 2010, según informó hoy la caja que dirige Rodrigo Rato. La entidad ha realizado un brutal ejercicio de saneamiento del balance llevado a cabo por la entidad con motivo del cierre del ejercicio 2010. Una cifra que será aún mayor para el conjunto del Banco Financiero y de Ahorros, entidad de nueva creación a la que la semana pasada se incorporaron los activos y pasivos de las siete cajas que lo integran.
Según adelantó ayer en exclusiva Cotizalia, el SIP provisiona más de 9.000 millones de riesgo de balance, a travíés de tres vías fundamentalmente: una mayor cobertura del riesgo constructor promotor, la eliminación del fondo de comercio de compras realizadas en el pasado y el ajuste a precios de mercado del valor de las participadas. Gran parte del ajuste se realizará contra los fondos recibidos del FROB y las reservas acumuladas que, a la fecha de la constitución de la fusión fría, ascendían a 16.204 millones de euros.
A ello hay que sumar los fondos recibidos del FROB que suman otros 4.465 millones de euros. Esta partida, junto con el colchón acumulado y las plusvalías del ejercicio, ordinarias y extraordinarias, son las que han permitido amortiguar en cuenta de resultados el fuerte impacto de la limpieza llevada a cabo en los estados financieros de la entidad. Su core capital quedaría ligeramente por encima del 7%.
El objetivo de tales medidas sería facilitar la salida a bolsa de la nueva institución, una iniciativa que se podría anunciar coincidiendo con la publicación hoy de los resultados del BFA. Dicho proceso se habría acelerado despuíés de que la ministra Salgado hiciese pública hace una semana su voluntad de penalizar a aquellas firmas financieras que no estuvieran cotizando en mercado organizados.
De este modo, las necesidades de nuevo capital quedarían limitadas a los 2.000 millones de euros necesarios para elevar los recursos propios de mayor calidad por encima del 8%. Y es que, según fuentes consultadas por Cotizalia, cada punto porcentual de más tiene un impacto en las necesidades de financiación del BFA superior a los 1.500 millones de euros.