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Autor Tema: Los cubanos aprenden el mandarí­n...  (Leído 235 veces)

OCIN

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Los cubanos aprenden el mandarí­n...
« en: Agosto 01, 2011, 10:51:24 am »
Por...  ANETT RIOS
 
LA HABANA -- En La Habana, unas 250 personas —pensando en el futuro o por puro “placer”— estudian el idioma chino en el primer Instituto Confucio del paí­s.
 
Al igual que en otros paí­ses de Amíérica, como Argentina o Estados Unidos, el aprendizaje del mandarí­n en la isla despegó y ha causado sorpresa porque demuestra el vivo interíés de los cubanos por China, más allá de su comida, su medicina tradicional o las artes marciales.
 
Directivos del Instituto Confucio de La Habana, inaugurado en el 2009, dijeron que en septiembre pasado abrieron una matrí­cula “discreta” creyendo que sobrarí­an plazas, pero decenas de personas hicieron cola, vendieron turnos y durmieron en las afueras de la institución para poder apuntarse.

En junio pasado se realizó por primera vez en Cuba el examen oficial de chino (HSK) y, aunque la convocatoria no se divulgó, se presentaron 128 cubanos en los distintos niveles.
 
En el Barrio Chino de La Habana, donde actualmente unas 80 personas estudian el mandarí­n, la demanda de plazas ha crecido en los últimos cinco años principalmente por parte de jóvenes y se han tenido que organizar “pruebas de aptitud”.
 
“Antes las personas se acercaban más bien por curiosidad, dado que se trata de un idioma raro, y no tanto por necesidad o interíés. Pero tras las relaciones con China las cosas han cambiado”, dijo Miriam Píérez, quien desde hace 15 años imparte esa lengua.
 
Existen tres centros de enseñanza del idioma oficial chino en Cuba, todos en la capital, pero solo cuenta con profesores nativos el Confucio, que trabaja adscrito a la Universidad de La Habana con el asesoramiento de la Universidad de Lengua y Cultura de Pekí­n y del Hanban (Consejo Internacional del Idioma Chino).
 
Además, decenas de jóvenes cubanos han sido enviados a China en los últimos años para aprender allí­ el idioma en respuesta a las “necesidades” del paí­s, por lo que se estima que unos 400 cubanos estudian la lengua en este momento.
 
Desde el siglo XIX y hasta mediados del siglo pasado, miles de chinos emigraron a Cuba, pero la mayorí­a de los naturales que aún viven en la isla no hablan el mandarí­n, sino el cantoníés, y sólo conocen los antiguos caracteres.
 
En ese sentido la influencia de la comunidad china en Cuba ha sido mí­nima, de modo que el impulso del chino en la isla apareció en el 2002 mediante un “programa de estudio” inicialmente patrocinado por los ministerios de Comercio Exterior de ambos paí­ses.
 
Pekí­n es el segundo socio comercial de Cuba y su enví­o de turistas a la isla ha crecido en los últimos años. Como parte de los acuerdos conjuntos, tambiíén muchos estudiantes del gigante asiático han viajado para aprender el español y cursar carreras como Medicina o Turismo.
 
En La Habana, los centros que enseñan chino han organizado cursos intensivos a petición de entidades estatales, como la aduana, y de sectores con contratos y proyectos de colaboración con Pekí­n, como los de construcción, transporte y agricultura.
 
El director cubano del Instituto Confucio, Arsenio Alemán, considera que su matrí­cula incluye a trabajadores que requieren del chino, “noveleros” que llegan a explorar, y un grupo no tan numeroso, pero tampoco despreciable, que tiene “una visión de desarrollo de las relaciones económicas internacionales”.
 
“Le están apostando al chino, viendo a China como la locomotora económica del siglo XXI, y han tomado esa decisión con mucha seriedad y con mucha responsabilidad”, subrayó Alemán.
 
Por su parte, el codirector del Instituto, el chino Zhang Wei, de 45 años y que trabaja por primera ven en Amíérica Latina, señaló que admira cómo muchos estudiantes cubanos se acercan a su idioma “porque les gusta, no pensando en su trabajo o en alguna exigencia”.
 
Es el caso de Yuri Cabrera, quien conjuga desde hace dos años sus estudios de Informática con el chino por puro “placer”.
 
“Mis amigos no están muy identificados con esto porque ciertamente el chino es una lengua extraña en Cuba, pero ya aquí­ es natural ver empresas chinas y ver chinos, hay miles estudiando en el paí­s”, afirmó Cabrera, de 22 años.
 
El Instituto Confucio de La Habana tiene previsto mudarse a una nueva sede en el corazón del Barrio Chino, que incluirá un museo de la cultura del paí­s a pocos metros del local del único periódico en chino que se publica en Cuba.
 
El responsable de ese rotativo, Guillermo Chiu, un cantoníés de 78 años que emigró a la isla hace seis díécadas, explicó que la nueva escuela “se ocupará de mantener la cultura china, y eso es importante porque nosotros poco a poco desaparecemos”.


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