El magnate mexicano Carlos Slim es por tercer año consecutivo la mayor fortuna del mundo. El hombre que ha montado todo un imperio de las telecomunicaciones cuya bandera es Amíérica Móvil, tiene en Caixabank su gran apuesta bursátil española. Su 0,2% del banco que preside Isidro Fainíé le ha vuelto a dar un nuevo disgusto en este primer trimestre del año: la cotización del banco pierde otro 13% en 2012 -un 34% en los doce últimos meses- y Slim suma ya unas minusvalías latentes de unos diez millones de euros.
Slim pagó alrededor de 28,5 millones para comprar los 5,67 millones de acciones que le permitieron construir una participación del 0,17% en el capital cuando los títulos aún cotizaban bajo el paraguas de Criteria. Las compras se realizaron en una horquilla de precios situada entre los 4,98 euros y 5,01 euros por acción. Hoy la cotización se sitúa en los 3,30 euros, lo que supone que ese mismo paquete tiene hoy un valor de mercado de 18,71 millones de euros.
Las fuertes compras posteriores que en el tramo final del año pasado le sirvieron para rebajar el coste medio de la cartera fueron realizadas a un precio ligeramente inferior al actual de mercado. Slim realizó sus últimas compras entre septiembre y octubre de 2011. Entonces compró 690.000 acciones a 3,09 euros y otros 236.656 títulos a 3,2 euros. Apenas unos días antes había adquirido 285.000 títulos a precios situados entre los 3,1 y los 3,18 euros. Hoy Slim tiene un 0,2% del capital equivalente a 7,75 millones de acciones con un valor de mercado de 25,6 millones de euros.
La reacción de las cotizaciones de los bancos en enero y la primera quincena de febrero permitió a Slim recuperar una buena parte de las píérdidas acumuladas. La acción tocó un máximo anual de 4,10 euros el 13 de febrero. La subida del valor era todo un solo de aire fresco despuíés de la gran tormenta del último verano, cuando el banco se desplomó hasta los 3,08 euros en la primera quincena de septiembre.
Slim mostró su respaldo al proyecto de Caixabank ya antes de su debut en el mercado el pasado 1 de julio, con motivo de su reestructuración. El multimillonario siempre ya tenido como objetivo adquirir hasta el 1% de Caixabank –que a su vez controla el 20% de GF Inbursa, el grupo de inversión de Slim- pero desde octubre del año pasado no ha comunicado cambio alguno en su participación a la Comisión nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Con el dividendo no basta
El dividendo de Caixabank no compensa las minusvalías acumuladas por el magnate. Sus acciones le dan derecho a cobrar 1,79 millones de euros en dividendos. Desde que el pasado verano salió a bolsa ocupando el lugar de Criteria, la entidad mantiene su compromiso de pagar los 23,1 cíéntimos de euro por acción que ya abonaba Criteria. La política definitiva de dividendos del grupo es aún una incógnita.
