Una semana complicada que se cerrará con subidas. Al menos eso indican unos mercados de futuros que apuntan al alza, impulsados por China, mientras el euro sigue planchado por las palabra de Draghi, que viligará la evolución de la moneda.
Sea por el acuerdo para cerrar el presupuesto europeo, sea porque las exportaciones chinas siguen batiendo las expectativas, lo cierto es que los mercados se preparan hoy para terminar la semana con subidas, o al menos es indican los futuros. Eso, a pesar del cierre a la baja de Wall Street y de Tokio, parquíé este último muy castigado por los malos resultados de Sony.
Las exportaciones chinas alcanzaron los 29.000 millones de dólares, casi 5.000 más de lo previsto, dando pie a una subida de las Bolsas en el país. Además, el pacto europeo, aunque al mercado no le sirva prácticamente para nada, sí elimina por un tiempo la molesta sensación de que los líderes de la UE son incapaces de tomar una decisión.
Por lo demás, el mercado sigue bajo el influjo de Draghi. El euro está amarrado a los 1,34 dólares desde el discurso de ayer, en el que el presidente del BCE advirtió que vigila muy de cerca si la subida de la divisa puede afectar a los objetivos de inflación y crecimiento. Una forma de decir que no será un mero espectador ante las políticas monetarias de Estados Unidos y Japón que inducen a la depreciación de sus monedas.
En el mercado de deuda, los inversores no han elevado la presión sobre la prima de riesgo, pero el cierto alivio que se pudo vivir ayer tras la subasta quedó en nada. El alza de los tipos de interíés provocado por el "caso Bárcenas" no se ha perdido, y el diferencial con Alemania arrancará en los 381 puntos.
