Fuertes caídas de las bolsas europeas, con alzas importantes en los diferenciales periféricos, en una sesión en la que únicamente el cambio de percepción sobre la situación española ha provocado estos descensos.

Ibex 35 -3,92% a 7.854 puntos. Eurostoxx 50 -2,67% a 2.500 puntos. DAX -1,95%. CAC -2,74%. Ftse -1,56%. Mibtel -3,26%. Prima de riesgo española +10,67% a 460 pbs.

La jornada comenzaba con la fuerte caída en los mercados asiáticos, por un lado por la preocupación sobre la situación europea y más concretamente la española -hoy en el centro de todas las miradas- y por otro por factores muy particulares como el pago de dividendo de 900 empresas japonesas.


Las bolsas europeas cotizaban en preapertura con descensos cercanos al punto porcentual, y percibíamos, como así lo publicamos, que el sentimiento inversor hoy no era positivo.

¿Qué había cambiado para que los inversores hoy se mostraran más negativos con los activos europeos?

En primer lugar, hoy las portadas de la mayoría de los medios financieros internacionales abrían con una noticia sobre España, y todas con sesgo negativo. Algunos medios hablaban sobre la posibilidad de secesión unilateral de Cataluña tras el adelanto de elecciones anunciado ayer, otros recogían las palabras de Mariano Rajoy en el WSJ afirmando que España solicitaría ayuda a sus socios europeos si los costes de financiación subían y se mantenían en niveles altos, algunos recogían los datos de déficit presupuestario publicados ayer, que cada vez se alejan más de los objetivos marcados.

A todo esto debíamos de unir las declaraciones que diversos miembros de la UE hacían sobre la unión bancaria, que probablemente desatará tensiones en la próxima cumbre europea de octubre. Tampoco gustaron las palabras del miembro de la Fed, Plosser, señalando que la QE3 no beneficiará al crecimiento, y tampoco al desempleo.

Demasiados factores negativos para que no influyeran en el mercado.

Las bolsas europeas abrían con caídas superiores al punto porcentual, siendo la bolsa española la que recogía los mayores descensos.

Estos descensos se fueron incrementando según transcurría la sesión. El incremento de la desconfianza inversora provocaba que algunos gestores prefirieran deshacer parte de sus posiciones ante los dos próximos días que algunos consideran claves para la evolución de los mercados en el medio plazo.

Mañana el Consejo de Ministros aprobará los Presupuestos Generales del Estado de 2013, y se conocerán las nuevas medidas de austeridad del ejecutivo. Algunos analistas creen que España solicitará el rescate financiero una vez publicados estos presupuestos. Nosotros no lo creemos.

El viernes se darán a conocer los resultados de las auditorías al sector bancario español, en las que se darán a conocer las necesidades de capital de cada entidad.

Es fácil entender entonces las ventas que se han producido en los activos españoles (también los europeos pero en menor grado), por parte de sobre todo inversores internacionales.

La principal referencias macro del día venía desde EE.UU., donde conocíamos la venta de viviendas nuevas en el mes de agosto, que se situó por debajo de las previsiones, pero en unos niveles muy saludables.

Posteriormente conocíamos el sentimiento CEO en EE.UU., este no tan positivo.

A pesar de la magnitud de las caídas de hoy, si lo vemos con una perspectiva de mayor plazo, es un movimiento correctivo normal de una fuerte tendencia alcista anterior que llevó al Ibex 35 desde los 6.000 puntos a por encima de los 8.000 en a penas dos meses. Una prolongación de los descensos hasta niveles de 7.500 puntos, e incluso a los 7.000 puntos, no invalidarían la tendencia alcista subyacente que creemos presenta actualmente el indicador español.

En cuanto al mercado de deuda, la fuerte subida hoy de las rentabilidades (el bono a 10 años español supera la rentabilidad del 6%), no creemos que se pueda mantener. Gran parte de las operaciones de hoy han sido fruto de posiciones cortas en la deuda española. Estas posiciones cortas no pueden presionar con demasiada fuerza pues tienen el riesgo de encontrarse en el otro lado de la mesa al BCE. Una intervención del BCE comprando deuda española, o simplemente el anuncio de la intervención, provocaría una fuerte cancelación de cortos, y una importante subida de los precios de los bonos españoles.

En los próximos días se despejarán muchas dudas, y probablemente se abran otras. Eso es lo que lleva pasando en los mercados desde hace ya muchos meses.

capitalbolsa.com