Por…  Óscar Hernández M.

 

Con cierta frecuencia algunas revistas, especialmente norteamericanas, hacen encuestas sobre quién es el hombre más rico del mundo, hasta el punto de que ya los lectores comunes y corrientes como usted y yo (no es con usted, señor…) los tenemos en la lista de nuestros más conocidos personajes.

Por ejemplo, el señor Slim, el más rico del planeta, se nos confunde con Lionel Messi, que entre otras cosas y al paso que va, le pisa los talones al mexicano.

Y bien, en la lista de nuestros personajes conocidos están otros como el dueño de la mitad de los celulares del mundo que por lo menos se entretiene tirando algunos millones para los pobres, tal como hacían los reyes de la edad media y hasta de la edad entera, porque hoy todavía se usa un poco eso de pan y circo, aunque el pan sea integral y el circo sea una carpa de pueblo.

En fin, que deberíamos saber cuál es el hombre más pobre del mundo y estoy casi seguro que iríamos a estar en el podio porque yo conocí a un viejo amigo, hace muchos años, que en un trance de aquellos que a muchos nos ha tocado, se tuvo que comer a su mascota. Vida de perros diría después de aquel “banquete” mi buen amigo ya desaparecido que debe estar al lado de su amigo y compañero de puente… su mascota.

PAUSA. El tiempo no es oro, es algo peor…