Aunque a largo plazo todos muertos, cómo inversor una debería tener en cuenta las grandes tendencias a medio largo plazo que pueden influir e impactar en el precio de los diferentes activos. Uno de los factores más contundentes que impactan el precio de los activos es la demografía, y no nos engañemos, estamos en un mundo que en pocos años se ha convertido en un mundo de viejos y que dentro de unas décadas aún será mucho más un mundo de ancianos.
El envejecimiento de la población, es un fenómeno global. No sólo afecta a las economías más desarrolladas, con EEU, Japón y Europa a la cabeza. En los EEUU, se estima que el ratio de dependencia, ratio que mide el número de personas viejas respecto al número de personas en edad de trabajar, se doblará en 2050.
En China, se estima que en 2025, la edad media de su población será superior a la de los EEUU. En Europa y Japón el efecto “envejecimiento” será aún más intenso.
Esté fenómeno demográfico sin duda impactará en el precio de los activos, cómo ha impactado en los últimos 60 años el fenómenos del baby boom. En un interesante paper, el BIS, estima cuál será el impacto en el precio de la vivienda y en otros activos del fenómeno del envejecimiento de la población.
El impacto de ciclo de vida en el precio de los activos:
La demografía y el ciclo de vida juegan un importante rol en la toma de decisiones de inversión de los individuos. Los individuos se endeudan para comprar activos cuando son jóvenes hasta que alcanzan su edad media, y después dedican el resto de sus vidas ha repagar dichas deudas o a ahorrar para cuando envejezcan. Simplificándolo, los jóvenes se dedican a comprar activos, mientras que los viejos venden activos para financiar sus retiros.
Cómo en cualquier otro mercado, si la base de potenciales compradores de activos (jóvenes) se reduce respecto a la base de potenciales vendedores de activos (viejos) el precio de los activos tenderá a caer o podemos pensar que al menos la demografía será uno de los factores que presionará a la baja el precio de los activos.
El impacto del Baby Boom:
Durante los últimos 30 años, coincidiendo con la generación del baby boom en los EEUU, el precio de casi todos los activos se ha disparado o se ha incrementado significativamente.
El precio de los bonos a 10 años de los EEUU ha caído progresivamente, el PER medio de mercado de valores ha mantenido una tendencia al alza, lo mismo que el precio de la vivienda. Según el estudio del BIS, el Baby Boom habría contribuido a un incremento del precio de la vivienda en los EEUU del 0,8% anual respecto a una situación en la que el efecto demográfico hubiese sido neutro en los últimos 40 años.
El impacto del envejecimiento de la población en el precio de la vivienda:
Según el BIS, la demografía, presionará a la baja en un 30% los precios de la vivienda en los EEUU en los próximos años. La palma, se la llevarían España y Portugal, con un impacto negativo del 75% y 80% respectivamente en el precio de la vivienda debido a factores demográficos y de envejecimiento de la población.
Esto no quiere decir que los precios de la vivienda en España vayan a caer un 75% durante los próximos 40 años. Hay muchos otros factores que también influyen en la formación de precios de los activos. Simplemente nos están indicando que un factor que en los últimos años ha impactado de forma positiva en los precios, ahora tendrá un efecto diametralmente opuesto, y no sólo en el precio de la vivienda sino en el de los demás activos financieros.
Por cierto después tenemos el posible impacto de esta tendencia demográfica en los sistemas de pensiones, tanto públicos al estilo Español, en la que los nuevos aportantes pagan a los que se retiran, cómo en los sistemas de pensiones privados, donde cada individuo adquiere sus activos para financiar su jubilación. El primero con el envejecimiento actual de la población es insostenible, el segundo, con el precio de los activos presionados a la baja, también puede tener serias dificultades.