Wall Street borró hoy las píérdidas que había acumulado durante la jornada y el Dow Jones, su principal indicador, cerró con un avance del 0,33 %, a la espera del inicio de la temporada de resultados empresariales con las cuentas de Alcoa. Ese índice, que agrupa a treinta de las mayores empresas cotizadas de Estados Unidos, sumó 48,23 puntos hasta las 14.613,48 unidades, con lo que superó de nuevo la barrera psicológica de los 14.600 puntos.
Por otro lado, el selectivo S&P 500 avanzó el 0,63% (9,79 puntos) hasta quedar en las 1.563,07 unidades, y el índice compuesto del mercado Nasdaq subió el 0,57% (18,39 unidades) hasta los 3.222,25 enteros.
En la recta final, los operadores borraron las píérdidas en un día sin grandes noticias económicas de relevancia y en el que todas las miradas estuvieron puestas en el arranque de la temporada de resultados, con las cuentas de Alcoa tras el cierre de los mercados.
Más de dos tercios de los treinta componentes del Dow Jones cerraron la sesión en positivo, liderados por la financiera Bank of America (2,01%), la multinacional Coca-Cola (1,95%), el gigante del entretenimiento Disney (1,94 %) y Alcoa (1,82 %).
Por su parte, el conglomerado industrial General Electric avanzó el 0,83% tras anunciar la compra de Lufkin (37,49%), el fabricante especializado en material para la extracción de gas y petróleo, por 3.300 millones de dólares.
Al otro lado de la tabla, Johnson & Johnson encabezó las píérdidas (-1,13%) tras haber descendido un escalón en la recomendación de sus acciones por parte de JP Morgan, por delante de Caterpillar (-0,48%) o la petrolera Exxon Mobil (-0,46 %), entre otros.
Fuera de ese índice, las acciones del grupo cervecero Inbev AB que cotizan en Wall Street subieron el 1,67% tras anunciarse un principio de acuerdo con el Departamento de Justicia para que autorice la compra de títulos que no posee de la mexicana Modelo.
En otros mercados, el petróleo de Texas subió a 93,36 dólares el barril, el oro descendió a 1.572,2 dólares la onza, el euro se cambiaba a 1,3004 dólares, y la rentabilidad de la deuda pública estadounidense a diez años progresaba hasta el 1,74 %.
