Buenas.
Ahora resulta que a los bancos les damos miedo. Tienen miedo de prestar dinero a los ciudadanos, por si no se lo devolvemos. Pues nada…, por mí, que se quiten ese miedo, haríé lo imposible para no acentuar su miedo, e intentaríé trabajar con ellos lo menos imposible, lo justo y necesario, ya saben…, pagar la hipoteca, cuatro recibos más…, y ya está. Y como yo, ojalá lo hiciíéramos cuantos más, mejor. ¿No quieren que el panorama bancario se simplifique?, ayudaríamos a su sencillez con medidas de este tipo, pero de quíé manera…
Digo todo esto por las palabras de Draghi, de hoy, (presidente del BCE) que ha dicho que los indicadores de liquidez de la zona euro “han mejorado dramáticamenteâ€. Y vuelta, otra vez, a usar tíérminos antagónicos juntos (“crecimiento negativoâ€, “mejora dramáticaâ€, “no van a ser capaces de no demostrar que no son inocentes…â€, “indemnizaciones en diferido…â€, ejem.).
“Muchos bancos españoles han superado sus problemas de financiaciónâ€, ha dicho el Sr. Draghi. Y acto seguido ha continuado diciendo que no prestan dinero por eso, por miedo a que no se les devuelva el dinero. Y entonces, me pregunto: Si los bancos no están para prestar dinero, ¿quíé van a vender?, ¿viviendas desahuciadas?, ¿seguros de coches?, ¿tarjetas de sanidad privada?. Lo que les digo, el panorama bancario se simplificará, sí o sí. Pero por auto inanición.
Ha terminado diciendo el preboste del BCE que van a seguir buscando la fórmula para garantizar que el dinero que prestan a los bancos, llegue a la economía real. Hasta ahora no la han descubierto. Siempre dicen lo mismo y el resultado, tambiíén es el mismo, ninguno. Y yo no me creo que sigan buscando la fórmula; la tienen, no quieren ponerla en marcha.
Tampoco es bueno que el grifo se abra para que el críédito surja a borbotones, como antes. No creo que eso ocurra, dicho sea de paso. Pero ojo, que esto de la economía funciona con memoria de pez, les dura muy poco. Si recortando no se crece, como es lógico pensar, habrá que crecer inyectando liquidez. Y si los bancos estaban al borde del infarto, les han inyectado liquidez y están mejores “dramáticamente hablandoâ€, ¿por quíé no hacer lo propio con la sociedad, con las empresas?; así mejoraremos todos…, aunque sea dramáticamente.
Y, con sinceridad, creo que pasará esto. Aunque no tengamos la misma alegría, el año que viene habrá cierto alivio en el cierre del grifo, y comenzará a notarse el crecimiento porque comenzarán, tímidamente, a soltar algo de liquidez. Porque, no se engañe, les hacemos falta para seguir vivos.
Esa es nuestra fuerza. Y cuando nos demos cuenta…, habrá comenzado la verdadera revolución. No síé si yo lo veríé, pero sí me encargaríé de decírselo a mis hijos, por si ellos tuvieran esa suerte.
Nos veremos dentro de quince días.
Vale.
Oberon