La economía china creció un 7,7 por ciento interanual durante el primer trimestre del año, dos díécimas menos que en los últimos tres meses de 2012, según informó hoy el Buró Nacional de Estadísticas del país.
El volumen total del producto interior bruto (PIB) de la segunda economía mundial ascendió a 11,89 billones de yuanes (1,92 billones de dólares, 1,46 billones de euros), en un trimestre en que el crecimiento "ha sido estable y constante", según el portavoz gubernamental.
Sin embargo, esta cifra supone una díécima menos que la tasa global del año pasado, cuando el país registró su crecimiento más bajo de la última díécada.
Aunque el indicador todavía se sitúa por encima del objetivo del 7,5 por ciento fijado por el Gobierno chino para todo el año 2013, la cifra del primer trimestre es menor a la que estimaban los analistas, despuíés de que la economía china mostrara claros síntomas de recuperación en los últimos meses.
Por actividades productivas, el valor añadido de la agricultura creció un 3,4 por ciento, el de la industria un 7,8 por ciento y el de los servicios un 8,3 por ciento con respecto al mismo periodo del año anterior.
La inversión en activos fijos entre enero y marzo se situó en los 5,8 billones de yuanes (936.800 millones de dólares, 715.500 millones de euros), un 20,9 por ciento más que el mismo periodo de 2012.
Las ventas al por menor, principal indicador del consumo, alcanzaron los 5,5 billones de yuanes (888.400 millones de dólares, 678.500 millones de euros), un 12,4 por ciento más.
Las autoridades chinas buscan reequilibrar el modelo económico del país, muy dependiente durante díécadas de su comercio exterior y de la inversión del Gobierno, para orientarlo hacia uno en el que el consumo interno tenga más protagonismo y tire del carro del crecimiento económico.