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Sindicatos franceses presentaron una demanda judicial contra el plan de reestructuración de la empresa automovilística PSA Peugeot Citroen, con lo cual lograron retrasar el despido de ocho mil empleados y el cierre de una fábrica.
El recurso denuncia un número insuficiente de ofertas para reubicar a algunos de los trabajadores que perderán sus puestos, sobre todo en la planta de Aulnay-sus-Bois, cuya clausura definitiva está prevista para 2014.
La firma tenía previsto hacer el anuncio oficial de su proyecto durante una reunión del consejo de dirección el próximo viernes, pero ahora debe esperar un dictamen de los magistrados.
En enero pasado los gremios ya habían logrado detener este plan, al demostrar ante la justicia que los directivos no entregaron una información completa a los delegados sindicales sobre sus intenciones de llevar adelante un proyecto de despidos masivos.
Según los empresarios, el programa de reestructuración es necesario para reducir costos ante la constante disminución de las ventas de vehículos en el mercado europeo, debido a la crisis económica.
La Confederación General del Trabajo denunció que, si bien la demanda de automóviles está en un período de baja, la PSA logró cuantiosas ganancias en los últimos años y tiene recursos suficientes para enfrentar la coyuntura sin sacrificar a los obreros.
Los jueces deben emitir una resolución sobre el recurso presentado este lunes antes del 25 de abril.