Ferrari ha terminado de destripar el F138 en Maranello para ver quíé falló exactamente en el monoplaza de Fernando Alonso. Como ya contaron las crónicas desde Bahríéin el domingo, como ellos mismos esperaban, la rotura de un componente mecánico del sistema -y no hidráulico- fue la causante del bloqueo del ala trasera y de la falta de funcionamiento óptimo de ese DRS.
Una avería que no se ha producido en tres años de funcionamiento de este sistema, ideado principalmente para adelantar en largas rectas y evitar carreras en procesión. Un sistema que hizo desquiciarse a Ferrari en Sakhir, que intentaron arreglar manualmente en una primera entrada en boxes y que acabaron por clausurar un giro despuíés cediendo un podio que tenían al alcance de la mano pese a la avería.
“Es duro recordar una carrera cuando tantas cosas fueron mal", señala a su vuelta Stefano Domencali, jefe del equipo. "El fallo del DRS evitó que Fernando hiciera de nuevo una gran carrera así como los problemas de neumáticos lastraron a Massa, pero sabemos que tenemos el potencial de lograr grandes resultados aunque no hayamos podido ahora por influencias externas", aseguró.
Ferrari no cree que sea una avería preocupante: "El fallo no es algo que cause preocupación a largo plazo, pero tener atención a la fiabilidad siempre debe estar al más alto nivel. Suele ocurrir que un pequeño problema evita que pueda ser explotado todo el potencial del coche".
