España teme que la Tasa Tobin encarezca su financiación y aniquile el mercado de repos
"Encarecimiento del coste de financiación", "serios problemas de gestión de riesgos", "extinción del mercado de repos". España e Italia, junto con los otros nueve países que van a poner en marcha el impuesto sobre las transacciones financieras (Bíélgica, Alemania, Estonia, Grecia, Francia, Austria, Portugal, Eslovenia y Eslovaquia), recelan ahora del impacto de la medida en el mercado de deuda soberana.
En un documento que han enviado a la Comisión Europea, los once Estados manifiestan su temor a que este impuesto (conocido popularmente como Tasa Tobin), aplicado al mercado secundario de deuda pública, acabe encareciendo sus costes de financiación, perjudique a la economía real y aniquile el mercado de repos (venta de bonos con pacto de recompra), una herramienta clave con la que los Estados gestionan su liquidez.
El think tank Open Europe cree que España no se puede permitir una tasa que incremente sus costes de financiación y los de sus empresas
Por otra parte, fuentes comunitarias confirman a este diario que "varios países", y entre ellos España, han transmitido a Bruselas su "preocupación" por el hecho de que "la tasa cubra tambiíén los bonos soberanos".
Sin embargo, según la Comisión, el impacto será pequeño, ya que solo afecta al mercado secundario (no a las emisiones en primario). El plan inicial de Bruselas consiste en aplicar una tasa del 0,1% al banco del comprador y otra al del vendedor de activos financieros como acciones y deuda soberana. Para los derivados, sería del 0,01%. El mecanismo para legislar esta tasa es el de cooperación reforzada, y supone que la normativa resultante solo afecta a los Estados que se adhieren, no a los 27.
