Han sido ya unas cuantas las que he vivido. Antes y despuíés de los partidos. Cumpliendo mis tareas informativas, en otros tiempos he tenido ocasión de hablar con jugadores, presidentes, entrenadores, aficionados, seleccionadores nacionales, capitanes, veteranos, chavales… hasta con el que cortaba el cíésped. Se crea una atmósfera especial y eso es cierto, no es un tópico. La gestión para lograr remontar una desventaja como la que mañana y pasado van a intentar salvar Real Madrid (ante el Borussia) y Barcelona (ante el Bayern) pasa por un decálogo como íéste:
1.- EL PíšBLICO. No hay que llamar a la unidad, ni a la pasión, ni a las ‘pinturas de guerra’. Las aficiones sencillamente deben saber que son 90 minutos (y posible prórroga) y que deben estar más preparadas para ‘meter’ el último gol que el primero. Mosaicos, pancartas, presión de arranque; perfecto, pero lo de Juanito: ‘… molto longo.’
2.- EL TIEMPO. Hay y de sobra. No es un tema de minutos (y si no que se lo pregunten a ‘los’ del 12-1 a Malta). Es más de ritmo, de mandar, de saber que hay que aprovechar las ocasiones y de jugar en equipo. Sin híéroes, pero con mucha intensidad.
3.- EL PRIMERO ‘SALE DEL ESTí“MAGO’. Con cabeza, con las precauciones adecuadas para no encajar, pero con la rabia contenida de la goleada del partido de ida. Tiene que aparecer y el ‘estómago’ manda sobre las piernas. Hay que creíérselo más allá de lo futbolístico. El escudo pesa.
4.- LO FíSICO. Básico, pero si la cabeza sigue mandando impulsos de que se puede, a nadie se le van a parar las piernas. Además, en dos días no se puede mejorar el equipo en este sentido: fútbol, ganas, actitud, rabia… revancha.
5.- LO PSíQUICO. Orgullo y fútbol. Lo segundo les sobra a blancos y azulgranas, lo primero lo han demostrado a lo largo de su historia muchas veces. Son resultados muy adversos, pero ¿cuántas veces hemos dicho tras remontadas históricas ‘si hubieran necesitado otro, lo habrían marcado…’? Pues eso, ni falta de tiempo, ni historias… ¡A por el partido jugando desde el minuto uno y desde el estómago!
6.- MOU Y TITO POCO PUEDEN HACER. Los entrenadores han tenido toda la temporada para influir en los jugadores. Decidirán la alineación, pero sólo eso. El resto es de los que salten al campo. Ni titulares, ni suplentes, los once que salgan se contagiarán… y si eso pasa, casi dará igual el número de goles. Llegará.
7.- CAPITANES. Iker y Puyol, casualmente, los dos fuera. Uno por decisión tíécnica y otro por lesión. No valen excusas. Aplíquese el punto seis del decálogo y el que se ponga el brazalete, que lo ejerza con todo lo que se mueva, incluido su propio entrenador. No es un partido de pizarra, es de creíérselo y de fútbol.
8.- CRISTIANO-MESSI. Estos sí, tienen que aparecer y demostrar que son los dos mejores jugadores del mundo. Con ellos a medio gas ni ejercerán presión sobre el rival, ni el liderazgo entre sus compañeros, ni la euforia necesaria en el estadio… Los únicos imprescindibles.
9.- EL RIVAL. En este caso Borussia y Bayern. Dos grandes, grandísimos equipos. Hace apenas una semana aplastaron a los nuestros. Tienen jugadores, fútbol, físico y moral, pero como el clima funcione, todo esto se empequeñecerá tanto, que parecerán otros equipos. ¡Ojo! El Barí§a lo tiene más complejo que el Madrid (un gol más), pero no hay tanta diferencia entre alemanes y españoles como señalan los marcadores de la ida.
10.- SUERTE. Y aquí no meto a los árbitros: que piten lo que vean y, como van a pasar muchas cosas en la áreas de nuestros rivales, que las señalen y punto. Pero, además, para sacar adelante una remontada, los acontecimientos deben ponerse de cara… Postes, largueros, fueras de juego… Los ¡Uys! serán mala señal.
