El fabricante vasco de aerogeneradores Gamesa ha retornado a la rentabilidad, aunque modesta, despuíés de atravesar un ejercicio de 2012 marcado por el proceso de saneamiento interno. A finales de marzo, la compañía había obtenido un beneficio neto de 7 millones de euros, cifra que contrasta con las píérdidas de 19 millones contabilizadas en el mismo periodo del pasado año.
Fuentes de la compañía han apuntado que la evolución de la empresa en el arranque de 2013 se sitúa dentro de las previsiones que hizo la firma al presentar en octubre su plan de saneamiento. Gamesa ha abordado un proceso de adelgazamiento interno importante, con el cierre de algunas plantas de producción situadas en el extranjero y una reducción global de plantilla de 1.800 trabajadores, con la convicción de que su sector tendrá un pulso bajo durante los próximos dos o tres años. Las dificultades financieras en Europa, la paralización de los programas de estímulo a la generación eólica en Estados Unidos y una aparente saturación de instalaciones en China, han provocado un brusco descenso de la demanda mundial de equipos.
En los tres primeros meses de 2013, Gamesa consiguió una facturación de 491 millones de euros, lo que supone un descenso del 12,2% en comparación con el pasado año, al tiempo que ha reducido su endeudamiento en un 29,6%.
