FCC quiere equilibrar sus cuentas despuíés de perder más de 1.028 millones de euros en 2012. Un objetivo que pretende conseguir mediante la venta de activos y la consecuente reducción de deuda. Pero mientras ejecuta ese plan, la compañía ha tenido que recurrir a un críédito puente de 240 millones de euros para hacer frente a sus obligaciones más perentorias por escasez de liquidez.
Fuentes financieras han confirmado que BBVA, Bankia, principalmente, y Santander han acudido a la petición de ayuda de FCC, que el pasado 21 de mazo presentó un severo plan de ajuste para adaptar su balance a la situación actual de la industria de la construcción y de las infraestructuras. La compañía controlada por la familia de Esther Koplowitz ha declinado hacer ningún comentario oficial sobre esta información que, no obstante, han corroborado otras fuentes próximas al grupo.
En lo único que difieren las distintas fuentes es en la nomenclatura del dinero recibido. Mientras los acreedores la definen como un príéstamo puente, necesario para que la compañía siga en funcionamiento, directivos próximos a FCC consideran que se trata de una línea de financiación que se suele pedir en el primer trimestre del año cuando el circulante es negativo por el desarrollo tradicional de la actividad.
Sin embargo, en la última presentación de resultados enviada por la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), FCC aseguraba que disponía de 1.604 millones de euros de tesorería, flujo de capital que le permitía reducir su deuda bruta desde los 8.691,8 millones hasta los 7.087,87 millones netos que la empresa utiliza para medir su ratio de apalancamiento.
Otras fuentes consultadas aseguran que FCC está negociando otra línea de financiación por un importe similar -240 millones- con algunos de los bancos extranjeros que se encuentran entre los acreedores de su deuda global. No obstante, desde el entorno del grupo presidido por Esther Alcocer se asegura que, de momento, no se está trabajando en esa hipótesis y que las necesidades de liquidez futuras decidirán si se tiene que recurrir a esa alternativa.
En lo que coinciden tanto los bancos nacionales calificados como 'amigos' y los extranjeros es en el futuro de FCC tras la limpieza del balance realizada contra los resultados de 2012. Fuentes de estas entidades consideran que el plan presentado por Juan Bíéjar, nuevo consejero delegado, es agresivo y creíble. El programa de adelgazamiento del exdirectivo de Ferrovial y Citigroup es vender activos por entre 2.400 y 2.600 millones de euros para reducir su pasivo neto hasta los 5.200 millones en 2015. En ese año, el grupo espera tener un ebitda de 1.200 millones –los mismos que a cierre de 2011- y un flujo de caja operativo de 850.
Bíéjar se ha puesto manos a la obra para alcanzar estos objetivos en el menor tiempo posible. Para dar señales a los inversores de que cumplirá con lo prometido, el hombre de confianza de la familia Koplowitz y de los bancos acreedores está próximo a cerrar la venta de Proactiva, la filial latinoamericana de medioambiente, a Veolia. Tambiíén quiere desprenderse de la mexicana Eumex, aunque las operaciones que cambiarán el perfil financiero del grupo serán las desinversiones de la inmobiliaria Realia, de Globalvia, el holding de infraestructuras, y de la división de energía.
La compañía presenta esta mañana los resultados del primer trimestre del año, los primeros que son responsabilidad del nuevo equipo directivo nombrado a finales de enero tras la salida de Baldomero Falcones.