La fuerte recuperación experimentada por los mercados desde que comenzó el año no debe distraer a los inversores de los importantes riesgos que todavía existen en el horizonte, no sólo en Europa, epicentro de la crisis, sino en todo el mundo. Ese es el principal mensaje que lanza Philippe Waechter, economista jefe de Natixis Asset Management. El experto defiende que el actual rebote está basado en expectativas y que, en tanto se siga percibiendo un escenario estable y positivo, continuará el buen momento de la renta variable. Pero avisa a los inversores: "La palabra clave es flexibilidad". Poder reaccionar de forma rápida a un cambio brusco de las circunstancias.
P- El inversor Warren Buffett aseguró en su última reunión anual en Omaha hace una semana que es mal momento para los bonos y bueno para las acciones. ¿Cree que la tendencia alcista de la bolsa va a seguir?
El rebote del mercado de acciones descansa en la creencia de que los tipos de interíés van a permanecer bajos durante un largo periodo de tiempo y en la percepción de que el riesgo de una crisis sistíémica, hasta ahora oscuro en el horizonte de los inversores, es ahora menor. Los riesgos se ven ahora más equilibrados. Es verdad que no se espera un fuerte rebote del crecimiento global, pero el escenario está más claro ahora que hace unos meses y los inversores pueden ver un horizonte más lejano.
Esto ha cambiado su perspectiva hacia los mercados financieros. Los inversores son más proclives a asumir riesgo para aumentar sus beneficios y una consecuencia inmediata de ello es una visión más positiva del mercado de acciones, donde los retornos pueden ser mayores que en el de bonos en tanto que los tipos de interíés van a permanecer bajos por un largo periodo de tiempo.
Nosotros creemos que esta percepción está basada en expectativas. En tanto que estas expectativas sobre un escenario estable y positivo continúen, podremos esperar que siga el buen momento para los mercados de renta variable.
P- ¿Cuánto tiempo puede ser eso? ¿Quíé tiene que ocurrir para que se termine la fiesta en los mercados?
En el marco en que nos encontramos hay, al menos, dos fuentes de riesgo que pueden cambiar la percepción sobre los mercados. Una de ellas es que se perciba un cambio en el escenario global. Hemos visto recientemente el cambio de postura de países como Australia o Corea del Sur respecto a sus políticas monetarias. Se supone que estos dos países se encuentran en el lado de los beneficiarios del crecimiento de China y Asia. El mensaje que lanzan con ello, por tanto, es que el momento actual podría ser más díébil de lo que se cree, como se puede ver en los informes emitidos por Australia en abril y en mayo. Esta tendencia debe ser seguida detenidamente por los inversores, ya que puede aumentar los problemas en la situación económica global.
El segundo peligro reside, una vez más, en la Eurozona. El crecimiento todavía es díébil e, incluso despuíés de los datos de Alemania de pedidos a fábrica y producción industrial, la recuperación todavía no aparece en la agenda de las empresas. A esto hay que sumar los riesgos que existen a nivel institucional. En la reunión del G7 se pudieron ver presiones a Alemania para que adopte rápidamente el marco de una unión bancaria. En otras palabras, la Eurozona necesita lograr crecimiento y estabilidad institucional y ninguno de estos dos elementos todavía se ha producido, aunque los inversores quieran creer que se va a llegar pronto a una solución.
En tanto estos dos riesgos sean percibidos como algo menor, el buen tono de los mercados va a continuar.
P- Si tuviera que elegir un sector para subirse al rally, ¿cuál sería?
Teniendo en cuenta el comportamiento de los mercados hace bien poco, es complicado hacer apuestas en un sector concreto. Entendemos que los inversores tienen que ser flexibles con sus estrategias. Dado que una porción grande del rally depende de las expectativas y que íéstas pueden cambiar rápidamente, los inversores tienen que ser capaces de adaptarse de manera inmediata a los nuevos escenarios. Con esto no quiero decir que el momento global vaya a cambiar de forma dramática, pero las fuentes de dinamismo han cambiado. Flexibilidad es la palabra clave.
P- Yendo al caso de España, ¿cree que lo peor para el país ha pasado ya?
La situación económica de España es todavía díébil, incluso a pesar de que las expectativas son más positivas que hace unos meses. El problema de la economía española es triple:
El primero es la fuente del rebote. No me cabe duda de que van a aparecer nuevos factores que apoyen la recuperación económica, pero esto es siempre un proceso muy lento. La reasignación de recursos es algo muy complicado y costoso, y España no ha encontrado todavía la mejor manera de combinar la construcción con un nuevo marco productivo que sostenga el crecimiento en el largo plazo.
El segundo punto es que continúa la debilidad del sector bancario con un gran endeudamiento del sector privado. Es algo que tambiíén va a llevar tiempo estabilizar.
La tercera cuestión son las finanzas públicas. No se puede esperar una mejora rápida de la economía cuando los programas de austeridad se encuentran en la agenda del Gobierno. El profundo ajuste de España demuestra esto de forma clara.
Es verdad que los dos años de prórroga que ha dado la Comisión Europea para cumplir con los objetivos de díéficit es algo positivo, acelerará la redistribución de recursos y ayudará a una recuperación más rápida. Sin embargo, esto llevará tiempo y debemos tener en mente que la recesión continuará en 2013. El año que viene las cosas serán mejores.
P- Despuíés de años de píérdidas, ¿cree que ha llegado el momento para los bancos españoles? ¿Piensa que han salido reforzados de la reforma financiera?
Es cierto que los bancos españoles son más fuertes despuíés de la reforma, pero lo importante es ver si la recesión va a continuar afectando a sus hojas de balance. Como he dicho, lo peor para la economía española probablemente ha pasado ya, pero le va a llevar tiempo lograr una recuperación fuerte. Sin embargo, vemos en los datos del Target 2 del Banco Central Europeo para medir los flujos dentro del sector en la Eurozona que la situación, progresivamente, se va reequilibrando. Tanto los inversores como los ciudadanos españoles confían más en el sector bancario español.
P- Para finalizar, ¿cree que la bolsa española se encuentra en proceso de un fuerte rebote o los inversores deben ser cautos con sus apuestas en el Ibex 35?
Creo que una de las razones que justifica la buena marcha de los mercados de renta variable son las expectativas sobre que el euro va a continuar. Para España esto es algo realmente importante. A corto plazo, esto significa que el BCE puede ser prestamista de último recurso, lo que limita los riesgos sobre España. Es algo tan relevante que se trata de la razón principal por la que han caído los tipos de interíés de la deuda. Desde un punto de vista de más largo plazo, existe la hipótesis de que el marco institucional creado desde el verano pasado y el desplome de 2012 funcionará y garantizará el futuro de la Eurozona. En otras palabras, la mejora de los mercados españoles descansa fundamentalmente en la idea de que el euro continuará para ser el apoyo que la economía española necesita.
Esto es lo que todos queremos, pero todavía pueden producirse momentos de incertidumbre si hay retrasos o dudas en este sentido. Esta es la cuestión que cada inversor debe analizar. Incluso despuíés del rally, todavía seguimos estando en un mundo peligroso