Las compañías se estaban haciendo de rogar. Pero al final empiezan a optar tímidamente por acogerse a la normativa que impulsó Hacienda para que actualicen sus balances ahora pagando impuestos reducidos y a cambio puedan ahorrar tributos en el futuro. Repsol, CLH, Red Elíéctrica, Damm y Campofrío Food Group están entre las decenas de empresas que han aprobado la propuesta en sus juntas o están a punto de hacerlo. La factura, sin embargo, no es muy elevada para la mayoría, por lo que los 300 millones de euros que el Gobierno calculó que podría ingresar gracias al cambio de ley parecen un objetivo lejano.
En la misma reforma fiscal en la que Montoro decidió que los premios de la lotería debían pagar impuestos, ofreció novedades a las empresas: podían actualizar el valor de sus activos (inmovilizado material, inversiones inmobiliarias en España o en el extranjero o inmovilizado adquirido en ríégimen de arrendamiento) y tributar por el aumento de valor solo el 5%. La idea era que las empresas pagaran ahora ese tributo único y evitaran, por ejemplo, pagar un mayor impuesto de plusvalías si vendieran en el futuro una fábrica o un terreno cuyo valor estuviera desfasado en los libros. Las compañías que quisieran acogerse a la actualización de sus balances debían aprobarlo en junta. De momento, buena parte de las firmas cotizadas habían ignorado la supuesta ventaja que les ofrecía Montoro. Pero entre las que celebran su reunión anual en mayo o junio, hay varias candidatas.
Red Elíéctrica Corporación fue probablemente la primera de las cotizadas que comunicó que aprovecharía la norma de Montoro. En la junta de accionistas del 18 de abril, los accionistas aprobaron cambiar el valor de terrenos y construcciones de 47,9 millones de euros a 54,2 millones. Su balance total de activos a 31 de diciembre de 2012 pasaba de contar con 1.999,6 millones a 2.006 millones. Así que la compañía no dará mucho oxígeno a las arcas de Estado: por los 6,36 millones de diferencia debe pagar a Hacienda el 5% en impuestos, es decir, que solo desembolsará 318.000 euros.
En el caso de Repsol, según el informe presentado con la propuesta, “el importe de la actualización ascendería, aproximadamente, a 31 millones de euros (27 millones de euros de Terrenos y construcciones, tres millones de euros de Instalaciones tíécnicas y un millón de euros de otro inmovilizado material)â€. Pagará en impuestos 1,55 millones de euros. La petrolera comunicó a sus accionistas que se acogía a la norma porque “la actualización supone para Repsol ventajas económicas y patrimonialesâ€. La factura de CLH, otras de las que se han subido al carro este mes, será más elevada: pagará 2,2 millones de euros, según ha informado a sus accionistas, si aprueba la propuesta en su reunión de principios de junio. Su inmovilizado material de 2012 pasa de 977 a 1.022 millones y sus inversiones inmobiliarias, de 13,8 a 14,1 millones. Es decir, el balance sube 45 millones en total, por lo que pagará 2,27 millones
Les siguen a estas tres empresas algunas de menor tamaño. Es el caso de la cervecera Damm, que tambiíén lo ha incluido en el orden del día de su junta general de accionistas del próximo 14 de junio. En su caso la actualización de balances les costará 415.000 euros en impuestos. “Se han revisado activos industriales e instalaciones fabrilesâ€, señalan fuentes de la empresa. Los terrenos suben de valor de 61,3 a 68 millones, por ejemplo.
La multinacional de alimentación Campofrío Food Group aumentará sus activos de 1.809 millones a 1.824. Es decir, 14,4 millones de más por los que desembolsará 721.000 euros, según ha propuesto a los accionistas ha incluido en su documentación para la junta de la próxima semana.
La norma establece que “el nuevo valor actualizado no podrá exceder del valor de mercado de los elementos patrimoniales actualizados, teniendo en cuenta su estado de uso en función de los desgastes tíécnicos y económicos y de la utilización que de ellos se haga por el sujeto pasivo o contribuyenteâ€. Las compañías cotizadas han señalado su intención de acogerse. Pero la reforma fiscal no se dirigía solo a las compañías que están en la Bolsa. Las no cotizadas tambiíén pueden hacerlo.
Un repaso a los últimos meses muestra que son varias las empresas que han optado por hacerlo. Es el caso de la red de aparcamientos Saba o de compañías más reducidas, como Frigoríficos Vigo, la Sociedad Inmobiliaria Diagonal o Armadores de Burela, entre varias decenas. Es difícil, o prematuro, avanzar cuál será el impacto total de la norma, pero a menos que algunas grandes empresas no cotizadas se acojan a la actualización con activos importantes, el cálculo de Hacienda parece optimista.