Arranca la carrera por la liberalización de los servicios del AVE, y los dos principales aspirantes a hacerse con el codiciado objetivo poseen perfiles muy dispares. Por un lado, se encuentra el gigante público francíés SNCF; y por otro, el grupo Inversiones Hemisferio, el holding inversor de la familia Lara que ha constituido la sociedad Veloi Rail. Ambos han solicitado la licencia para operar y competir con Renfe en el servicio del tren de alta velocidad, según han informado fuentes empresariales conocedoras del proceso.
Inversiones Hemisferio y SNCF quieren entrar en el servicio del AVE entre Madrid y Barcelona, si bien Veloi Rail tambiíén ha solicitado el de Madrid a Valencia. En todo caso, no puede haber grupos empresariales más dispares.
SNCF es un grupo público. Factura 9.500 millones anuales y opera en 66 países. Dentro de su desembarco en España, SNCF ha comprado el 25% de Comsa Rail Transport, la filial de transporte de mercancías por tren de la constructora Comsa, que ha tenido que poner a la venta parte de sus activos en un intento de refinanciar su deuda con la banca.
Por su parte, el family office de la familia Lara carece de cualquier experiencia en el sector ferroviario. Sin embargo, el grupo Inversiones Hemisferio, que preside Josíé Manuel Lara, sacó una gran tajada de la operación de Vueling, de la que salió con importantes plusvalías, y ahora pretende repetir la jugada con Veloi Rail y la liberalización del AVE.
Fuentes del grupo Planeta han declinado hacer declaraciones. No obstante, desde el grupo catalán se ha iniciado una ronda de contactos para encontrar inversores. El plan es vender cerca del 70% de Veloi Rail en una operación muy similar a la que llevó a cabo cuando colocó Vueling en bolsa, en aquella ocasión de mano del fondo de capital riesgo Apax Partners.
SNCF no es el único grupo extranjero que se ha presentado. National Express, el gigante británico del transporte, tambiíén ha solicitado licencias, convirtiíéndose en el tercero en discordia. Este grupo ya tiene un pie en España porque controla el grupo español Alsa-Enatcar, que factura más de 600 millones anuales con su grupo de autocares. La ventaja de National Express es que puede presumir de españolidad, ya que la familia Cosmen controla el 17% del capital de la matriz inglesa.
Miedo al francíés
En una lucha tan desigual, hay miedo en el Gobierno de Mariano Rajoy a que el gigante francíés “se lo coma todoâ€. Por eso, se están alargando los plazos de la concesión para que otros grupos de transporte españoles como Auto Res puedan tambiíén presentar solicitud de licencia y que los galos no se encuentren solos como grandes favoritos a la hora de afrontar esta liberalización.
Fuentes del Ministerio de Fomento no han querido detallar cuántos grupos han presentado licencia para hacer frente a los franceses. Tampoco han querido aclarar las incógnitas sobre el calendario, y se han limitado a señalar que la liberalización sigue adelante. Por su parte, portavoces del grupo Planeta no han querido hacer declaraciones al respecto, en especial sobre la cuantía.
Los aspirantes están a la espera de que el Ministerio de Fomento defina el concurso, la manera en que va a llevar a cabo la liberalización y quíé líneas son las que se abren a la competencia. Por ahora, el Ministerio da largas para asegurarse la españolidad del proceso, de la que, visto lo visto, Josíé Manuel Lara es el principal representante.
Evitar asimetrías
La intención del ejecutivo de Rajoy es evitar asimetrías en este proceso. Es decir, no facilitar la entrada de los ferrocarriles franceses en el AVE español cuando algo así no sería posible al otro lado de los Pirineos.
Por ello, se pretende que la liberalización sea lo más abierta posible y que el capital español tenga una presencia determinante, más allá de la participación en grupos nacionales que ostenten las diferentes multinacionales que aspiren a participar
