“Todas las alternativas están abiertasâ€. Este es el diagnóstico que Codere hace de su complicada situación financiera, que este lunes se tradujo en un desplome del 22% de la cotización en bolsa y de un 6% adicional del valor de sus bonos. El riesgo de impago se ha disparado un 168% al negarse la compañía de juegos a aceptar las nuevas condiciones del críédito que vence el próximo 15 de junio.
Fuentes oficiales del grupo de bingos, apuestas y máquinas tragaperras admiten que es posible que no haga frente al príéstamo de 60 millones de euros que le concedieron en su día BBVA, Barclays y Credit Suisse si el precio que le piden estas entidades no es el adecuado. Fuentes próximas a estos bancos aseguran que el diferencial que le exigen a Codere para alargar el vencimiento es acorde a una empresa que es de alto riesgo.
Pese a lo que supondría un impago o default, Codere resta importancia a este problema de corto plazo al considerar que su objetivo es refinanciar la totalidad de la deuda a largo. El grupo controlado por la familia Martínez Sanpedro tiene un pasivo de algo más de 1.200 millones de euros, de los que 200 son críéditos bancarios y el resto emisiones de bonos. La más importante expira en 2015 por un importe de 700 millones de euros.
En el mercado se asegura que “si la cuenta de resultados no da para pagar 60 millones, difícilmente podrá devolver 700 dentro de dos añosâ€, una sentencia que comparte Bank of America Merrill Lynch, que ayer emitió un informe sobre Codere en el que asevera que la única solución posible es que los bonistas acepten una quita. El banco americano rebajó un 30% el valor de los títulos de la empresa de juegos al poner el precio del valor facial en 54 cíéntimos.
Este cálculo indica que cualquier inversor que quiera vender sus posiciones perdería casi la mitad de su dinero. Ayer, el precio de la emisión de 2015 se hundió hasta los 62 cíéntimos, con una caída de más del 25% en lo que va de año, un desplome que ha disparado hasta un 168% el credit default swap (CDS) o seguro contra un posible impago de una emisión de bonos senior a un año. Para cubrirse de este riego, un inversor debería pagar 388.000 euros por cada millón de euros, una prima a la que llegaron a cotizar en su día los CDS de la CAM o de Bancaja, que tuvieron que ser intervenidas.
Batalla judicial
Codere ha contratado al banco Weinberg Perella para renegociar la totalidad de la deuda a medio plazo. Pero los inversores y las agencias de calificación tienen más prisa. Moody´s bajó por tercera vez en menos de 12 meses el rating del grupo al apreciar un riesgo muy alto de impago antes de junio. La firma añade que, además, deberá refinanciar príéstamos valorados en 200 millones de pesos argentinos (unos 29 millones de euros), mientras que tendrá que pagar el cupón semianual de sus títulos de deuda denominados en euro, que ascienden a 31,4 millones. Todo ello antes del 15 de junio.
Por su parte, los bonistas se han puesto en manos de Houlihan Lokey y Linklaters para defenderse del posible default de Codere. Varios de estos inversores se han agrupado para analizar la presentación de demandas en los tribunales de Nueva York por presunta ocultación de información, tal y como adelantó ayer El Confidencial. La compañía negó ayer que haya omitido datos sobre su situación porque “siempre hemos sido muy transparentesâ€.
En este sentido, asegura que el silencio de su director financiero, Ricardo Moreno, a las preguntas que le hicieron varios inversores en la presentación de resultados sobre la posible insolvencia se debió a que “no tenía nada que decir porque no hay nada nuevo†pese a la proximidad del vencimiento.
Tras el desplome del 40% en la última semana, la capitalización de Codere ha quedado reducida a apenas 71 millones de euros. El valor se ha derrumbado un 65% en lo que va de año.