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El presidente electo paraguayo, Horacio Cartes, alertó sobre la grave situación del país y abrió fuego contra el gobernante saliente, Federico Franco, por dejar enorme agujero en las arcas del Estado y no pagar a empleados públicos.
En un duro planteamiento dijo que tal agujero recuerda al estadonidense cañón del Colorado por su enorme dimensión, y se une a la falta de pago de salarios de una gran cantidad de operadores políticos contratados para tratar de ganar los últimos comicios.
Cartes agregó que del estado de preocupación ya pasó al de desesperación, no solo porque las arcas del Estado están vacías, sino porque quieren dejar a su gobierno, el cual asumirá el próximo 15 de agosto, el pago de los atrasos a miles de empleados.
No se les está pagando para dejarnos esa responsabilidad a nosotros y les digo saquen a la gente contratada por ellos y les pagan porque son tantos que llenarían varios Defensores del Chaco, afirmó, en alusión a un gran estadio de fútbol.
Las declaraciones de Cartes fueron colofón de las imputaciones públicas que se vienen realizando al Ejecutivo, al que se acusa, igualmente, de grandes deudas con empresas contratistas y llamada a más licitaciones sin terminar obras iniciadas.
Una confirmación de la gravedad de la crisis la proporcionó el propio ministro de Obras Públicas y Comunicaciones, Enrique Buzarquis, al aceptar ante la prensa que ese organismo adeuda alrededor de 10 mil millones de dólares a contratistas del sector.
Buzarquis admitió que, por lo menos, 10 mil trabajadores perderán sus empleos en breve si el ministerio de Hacienda no desembolsa los recursos para pagar a las empresas las obras terminadas.
A su vez, el presidente de la Cámara Paraguaya de la Vivienda e Infraestructura, Julio Mendoza, no descartó una posible paralización de las obras en desarrollo que emplean al menos 100 mil obreros que quedarán en la calle.
Indicó, además, que alrededor de 62 industrias dependen de las construcciones, teniendo en cuenta todos los insumos y servicios que requiere el sector.