Por... FEDERICO HOYOS SALAZAR
Venezuela: Desabastecimiento de papel higiíénico y de otros bienes en medio de la peor crisis de escasez en la historia del país. No sólo escasea el papel higiíénico, tambiíén las toallas higiíénicas, la margarina, el aceite y el arroz, entre muchos otros. Gobierno de Maduro debe importar papel higiíénico de países productores.
Estados Unidos: Un enorme tornado arrasó con la población de Moore en el estado de Oklahoma, afectando 2.400 casas y dejando más de 10.000 damnificados, muchos de ellos perdieron todo, el tornado fue inclemente y dejó 24 víctimas mortales, 9 de ellas niños.
La gran diferencia entre la crisis de Venezuela y la de Estados Unidos es que la primera es consecuencia de la ineptitud y terquedad de un gobierno y la segunda, obra de la naturaleza. Mientras el gobierno de Estados Unidos se ha empeñado desde el primer segundo en atender a las víctimas y buscar restablecer de la mejor manera sus condiciones de vida, el gobierno venezolano enfrenta torpemente la crisis diciendo que la falta de papel higiíénico es producto del aumento de consumo de alimentos de los venezolanos y luego que algunos productos escasean porque la oposición ha llamado a sus seguidores a desabastecer tiendas en todo el país.
No será la primera ni la última vez que Estados Unidos tenga que enfrentarse a una crisis natural, sin embargo su gobierno está listo para reaccionar, y su modelo económico permite que la gente tenga la posibilidad de acceder a todo tipo de productos para prepararse y enfrentar estos sucesos.
Venezuela por el contrario, no sólo carece de instituciones robustas para enfrentar crisis –somos testigos de ello al ver cómo el gobierno culpa a factores externos y absurdos por el desabastecimiento- sino que no hay soluciones de fondo y si bien la importación de cientos de toneladas de papel higiíénico aliviará el problema por algunos meses, la realidad inevitable es que esto se repita, pues en su afán por nacionalizar y acabar con la empresa privada, hoy Venezuela es un país con cada vez menos industrias que puedan producir los bienes básicos que la gente necesita.
Mientras Estados Unidos se levanta fuerte y unido en medio de las adversidades, bien sea naturales como en el caso del tornado de Oklahoma o por los atentados terroristas en la reciente maratón de Boston, los venezolanos hoy están divididos por un gobierno que ha sembrado un discurso de división entre ricos y pobres, de odio frente a gobiernos extranjeros y de incertidumbre ante la promesa mesiánica de un sistema socialista que será la supuesta cura para todos los males del pueblo pero que cada vez se ve a todas luces que es la peor enfermedad.
La burbuja socialista del chavismo reventará tarde o temprano, la gente no aguantará la carencia de lo básico y la ineptitud de un gobierno que en lugar de solucionar responde con absurdos. Las historias y enemigos invisibles del gobierno venezolano no suplirán el arroz, la margarina y mucho menos el papel higiíénico.
