Caixabank quiere hacer caja lo antes posible para compensar con ingresos extraordinarios el mal comportamiento de su banca en España. Por ello, ha contratado a UBS y a Credit Suisse como bancos coordinadores de la colocación del 10% de Grupo Financiero Inbursa (GFI), el grupo financiero mexicano controlado por Carlos Slim. Una operación por la que obtendrá plusvalías de unos 300 millones de euros.
Fuentes bursátiles han confirmado el nombramiento de estos dos brokers suizos como los directores de la oferta pública de venta (OPV) de la mitad de la participación que Caixabank compró hace ahora cinco años. Aquella adquisición del 20% de Inbursa fue promovida por Ricardo Fornesa como el primer paso hacia la expansión del grupo catalán en Latinoamíérica. Ahora, Isidro Fainíé la deshace parcialmente en la que va a ser la mayor oferta de acciones en la Bolsa de Míéxico en 2013.
Junto a UBS y Credit Suisse, Caixabank ha contratado a BBVA, Banamex, la filial mexicana de Citibank, y a la propia Inbursa como subdirectores de la OPV. En un tercer rango se encuentran el estadounidense Citi y el brasileño BTP Pactual. En total, ocho bancos para una colocación que asciende a precios de mercado a unos 1.100 millones de euros.
Si Caixabank obtiene esos ingresos, conseguirá unas plusvalías de unos 300 millones sobre el precio al que compró las acciones de Inbursa en la primavera de 2008 a 38,5 pesos, coste que tras el split que hizo el banco el pasado año (2x1) se diluyó a 19,25. La entidad con sede en Barcelona pagó en su día 1.608,2 millones de euros por una participación global que asciende a 2.200. Hoy, los títulos del grupo controlado por Carlos Slim, el hombre más rico del mundo, se mueven en la Bolsa de Míéxico a 28,6 pesos, hasta capitalizar más de 11.000 millones de euros.
Caixabank iniciará la próxima semana una ronda de presentaciones entre inversores locales y estadounidenses para vender sus acciones, cuya ejecución dependerá en última instancia de las condiciones del mercado. En cualquier caso, Fainíé asevera que su intención es que "la potencial desinversión parcial de su participación no altere su compromiso con el proyecto de GFI ni con sus principales accionistas". Ello es una forma de explicar que confía en mantener su buena relación con Slim, cuyo hijo está sentado en el consejo de Criterio, su holding financiero.
Sin embargo, fuentes financieras explican que la venta del 10% de Inbursa tiene un carácter estratíégico: el de liberar recursos propios ante la entrada en vigor de Basilea III, una nueva normativa bancaria que castiga las inversiones financieras como las que Caixabank tiene en Telefónica, Repsol, Gas Natural, Erste Bank y Bank of East Asia y sobre las que tendrá que adoptar una decisión a medio plazo.
GFI, fundado en Míéxico en 1965, ofrece servicios de banca minorista, gestión de activos y seguros. Cuenta con unos activos totales cercanos a los 20.000 millones de euros, una red de más de 300 oficinas, 6.700 empleados y más de 14.000 asesores financieros.
OHL hace caja en Míéxico
Por otra parte, OHL prevíé colocar en la Bolsa de Míéxico acciones de su filial de concesiones en el país latinoamericano representativas del 14% de su capital social. La compañía que controla y preside Juan Miguel Villar Mir ha registrado ya en la Bolsa Mexicana de Valores una solicitud “para llevar a cabo una oferta pública primaria de acciones†que asciende a unos 350 millones de euros.
OHL Concesiones Míéxico cotiza en la bolsa del país desde noviembre de 2010, cuando el grupo español colocó en este mercado acciones representativas del 26,1% de su capital. En caso de que en virtud de la nueva oferta de títulos la firma venda otro 14% de su capital, el grupo español reduciría su participación de control en la concesionaria mexicana desde el 73,9% hasta alrededor del 60%