Repsol ha iniciado un potente ataque judicial contra Chevron. La petrolera española indica que Argentina y la compañía estadounidense pactaron previamente la expropiación de YPF.
Según fuentes consultadas por elEconomista, Repsol asegura en su denuncia en el Juzgado de Nueva York que las conversaciones previas entre Chevron y Argentina fueron evidentemente de naturaleza comercial.
La petrolera señala que "sin el conocimiento de Repsol, sin embargo, Chevron se reunió con funcionarios argentinos antes de la expropiación y, a pesar de los conocimientos de Chevron de que en ausencia de una oferta de compra por la argentina, el ejercicio de control sobre la sociedad violaría, entre otras cosas, los estatutos de YPF, y que cualquier acuerdo con YPF designado por el gobierno sería ilícito, Chevron dio su garantía de que deseaba hacer negocios con YPF siempre que Chevron recibiera, a cambio, el interíés por los activos de energía en condiciones favorables".
Despuíés de la expropiación, la petrolera estadounidense e YPF (ahora controlada por Argentina) llegaron a un acuerdo que la española califica como ultra vires (los actos de entes públicos o privados que sobrepasan el mandato de la ley y, bajo esa premisa, se consideran nulos por exceder los límites legalmente impuestos) así como otros acuerdos comerciales que constituían una violación de los estatutos.
La petrolera insiste en su reclamación que la demanda impuesta contra Chevron no pretende revocar la expropiación de YPF, ya que para eso ya se han adoptado medidas en otros tribunales, sino que persigue defenderse de los actos de interferencia de la compañía estadounidense y pretende evitar que desarrolle los activos energíéticos que considera de su propiedad.
Repsol explica que Argentina decidió privatizar YPF y lanzó para ello una oferta de venta de acciones, lo que provocó que la compañía cotizara en Wall Street. Este hecho supuso que los estatutos de la petrolera fueran registrados ante la SEC (Comisión de Valores de Estados Unidos) y en ellos se aseguraba que no se volvería a tomar el control de la compañía sin realizar una oferta de compra en los tíérminos previstos en los mismos.
Atendiendo a esta situación, Repsol decidió tomar el 99 por ciento del capital de YPF y mantuvo el control hasta abril de 2012 en el que fue expropiada.
Desarrollo de Vaca Muerta
La petrolera española asegura que ha invertido miles de millones para desarrollar los activos de YPF y recuerda que el 8 de febrero de 2012 anunció oficialmente que había descubierto un emplazamiento de shale oil y gas en Vaca Muerta con unas estimaciones de 23.000 millones de barriles de petróleo equivalente. Por este motivo, la posición de control de YPF aumentaba notablemente su valor para desarrollar estos yacimientos, uno de los mayores descubiertos hasta el momento en el mundo.
Repsol explica que antes de la expropiación había iniciado contactos con Chevron, así como con otras petroleras que le sirvieron a la compañía estadounidense para darse cuenta del enorme valor de dichos activos.
La compañía presidida por Antonio Brufau recalca que con el total conocimiento de la violación de los estatutos de YPF, Chevron llegó a un acuerdo con los nuevos administradores nombrados por el Gobierno argentino.
En opinión de la española, "los responsables de Chevron no se lo pensaron mucho tiempo", y una vez tuvieron conocimiento de la oportunidad de obtener un una participación en los activos con un precio con descuento, Chevron olvidó las violaciones de la normativa.
La petrolera española además añade que YPF y Chevron han continuado negociando acuerdos con los activos de la petrolera para llegar incluso a atraer inversores. El 30 de agosto de 2012, el presidente de YPF, Miguel Galuccio, mostró la importancia de esta alianza para llevar a cabo su plan de inversión.
Esta denuncia se conoce despuíés de que la Corte Suprema de Argentina haya decidido levantar una expropiación de 19.000 millones de dólares a Chevron para facilitar la puesta en marcha de la inversión en Vaca Muerta.
La compañía estadounidense había puesto como condición que se levantara esta resolución para firmar el acuerdo final, previsiblemente, el próximo mes de julio.
La petrolera española está representada por el bufete Quinn Emanuel Urquhart & Sullivan en Nueva York con cuatro letrados (Richard I Werder, Sascha N. Rand, Stephen A. Borome u Jacob j. Waldman) frente al despacho Wilson Sonsini Goodrich & Rosati, que representan a Chevron con sus abogados Michael L. Sommer y David J. Berger.