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Unos cinco millones de niños indios se ven obligados a trabajar para ganarse la vida, reveló la Organización Nacional de Encuestas por Muestreo (NSSO) al celebrarse el Día Mundial contra el Trabajo Infantil.
Organizaciones no gubernamentales que se ocupan del tema, empero, aseguran que la cifra es más de 20 veces mayor y configura una de las mayores vergí¼enzas en un país que se precia de ser una de las principales economías del mundo.
De acuerdo con NSSO, el mayor número de niños trabajadores se localiza en los estados de Uttarakhand (norte, un millón 750 mil); Bengala Occidental (este, 500 mil 500); Rajastán (noroeste, 400 mil) y Gujarat (oeste, 300 mil 900).
Pese a la prohibición del trabajo infantil, cientos de miles de niños trabajan como empleados domíésticos, en "dhabas" (restaurantes) e incluso en fábricas en condiciones peligrosas, dijo Thomas Chandy, directivo de la ONG Save the Children en la India.
Las leyes (de prohibición del trabajo infantil) están ahí, existen desde 1986, pero deben ser implementadas, señaló por su parte Bhavna Mukhopadhyay, directora ejecutiva de la Asociación de Voluntarios de la Salud.
En Nueva Delhi y otras grandes urbes indias son frecuentes las redadas policiales para liberar a niños sometidos a condiciones laborales rayanas en la esclavitud.
Ayer mismo, en una zona de las afueras de la capital fueron rescatados 56 que laboraban en fábricas de electrodomíésticos. Como salario recibían a la semana unas cien rupias (menos de dos dólares).
Millones de niños indios languidecen bajo semejantes regímenes de trabajo, mientras más de 200 millones de adultos están sin empleo. Exigimos que el trabajo infantil sea considerado un delito grave y sin fianza, dijo Kailash Satyarthi, miembro de una ONG que participó en la operación.
En el lustro 2007-2011 las autoridades realizaron más de un millón 250 mil inspecciones en fábricas, talleres, restaurantes y otros centros de toda la India, pero solo fueron condenados cuatro mil 263 empleadores que habían violado las leyes a ese tenor.