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La actividad turística en Francia cayó en 2016 con alrededor de dos millones de visitantes menos que en 2015, pese a lo cual se mantuvo como primera potencia mundial del sector, informó el ministro de Asuntos Exteriores, Jean-Marc Ayrault.
De acuerdo con las cifras divulgadas por el titular, la nación gala recibió durante el 2016 entre 82,5 y 83 millones de turistas foráneos, número bastante alejado de los 85 millones registrados el año anterior.
El ministro mencionó en particular el impacto en la hotelería, con una caída del 5,7 por ciento en las pernoctaciones, mientras París y la costa del sur sobresalieron como las regiones más afectadas.
Ayrault resaltó que pese al descenso, el sector mostró su capacidad de resistir para volver a colocar a Francia como el país de mayor frecuentación turística del mundo.
Asimismo, recordó las medidas impulsadas por el gobierno para garantizar la vitalidad de esta actividad, incluido destinar 43 millones de euros para reforzar la seguridad de los visitantes y garantizarles una atención cada vez de mayor calidad.
En referencia a las causas del declive constatado en 2016, las autoridades francesas señalan en primer lugar la amenaza terrorista.
Esta nación europea fue blanco en los últimos años de varios atentados con un saldo total de más 230 muertos, lo cual se considera la principal razón de la caída del turismo.
No obstante, tambiíén aluden a otros fenómenos como el movimiento de huelgas que sacudió el país durante varios meses, y los problemas del clima en la primavera con fuertes lluvias que llevaron a cerrar instituciones como el Museo del Louvre.
En el 2015 Francia logró el ríécord de visitantes extranjeros con un total de 85 millones personas, mientras el país se propone llegar a los 100 millones en el 2020.